De un sauce llorón una almendra se cayó
Amaia Montero
Sólo puedo trabajar en Rusia, en mi hogar. ¿Quién me necesita en otro lugar? ¡Me necesitan en mi país!
Andréi Tarkovski
La historia no es drama, porque el drama es personal, de cada uno.
Carlos Castilla del Pino
La cortesía puede ser más pesada que la insolencia cuando el representante de una empresa no se permite siquiera un pequeño gesto de espontaneidad.
Enrique Serna
Para conservar la salud y cobrarla si se pierde, conviene alargar en todo y en todas maneras el uso del beber vino, por ser, con moderación, el mejor vehículo del alimento y la más eficaz medicina.
Francisco de Quevedo
Por el amor de Dios, no os bajéis la puta película e id al cine. El laberinto del fauno es una labor de amor muy profunda de mi parte y no sólo una película más en la lista del e-mule. Vedla en la pantalla grande y en algún lugar del mundo, un gordo sonreirá.
Guillermo del Toro
Ahora bien, si tú también te preocupas algo de ti mismo y aspiras a tu salvación y tienes confianza en Dios, como a hombre que no es ajeno a estas cosas, te es posible alcanzar la felicidad, reconociendo a Cristo e iniciándote en sus misterios.
Justino Mártir
La gente no va a la iglesia en busca de sermones sino a soñar con dios.
Kurt Vonnegut
Que entre los marxistas no hay completa unanimidad, es cierto..., este hecho no demuestra la debilidad, sino precisamente la fuerza y la vitalidad de la socialdemocracia rusa.
Lenin
Hay cosas en la vida de las que uno no puede escapar. Tres cosas. La muerte, los impuestos y Facebook.
Lisa Kleypas
Yo te hubiera alabado más a ti si tú me hubieras alabado menos.
Luis XIV de Francia
Decidir quién es el vencedor y quien el derrotado no es el objetivo último del karate. El karate-do es un arte marcial para el desarrollo del carácter por medio del entrenamiento a fin de que sus adeptos puedan remontar cualquier obstáculo, tangible o intangible.
Masatoshi Nakayama
Si hay una especulación, cualquier día se hace una compra masiva de dólares y los que habían especulado se pillan los dedos.
Nicolás Eyzaguirre
No puede el codicioso ser agradecido.
Séneca
El amor con suavidad pasaba, de ser espectro azul a tener dedos.
Susana Corullón Paredes
Las cosas fabricadas han perdido la noble indiferencia por las esferas de la riqueza y la pobreza. Cada cosa hoy deja su impronta sobre su propietario, que no tiene ya otra elección que presentarse como un pobre diablo o, al contrario, como especulador.
Walter Benjamin