Fue la juventud la que con su gorro azul te llevaba en bicicleta por el monte Urgull.
Amaia Montero
Lo que más me asombra de los Estados Unidos, no es tanto la maravillosa grandeza de algunas empresas, como la multitud de empresas pequeñas.
Alexis de Tocqueville
No conozco obstáculo que supere las fuerzas del espíritu humano, salvo la verdad.
Conde de Lautréamont
No soy especial, nunca me he creído excepcional, pero esto sí lo es, lo que hago, mi trabajo.
El Chojin
El individuo que tiene que justificar su existencia por su propio esfuerzo es un eterno sirviente de sí mismo.
Eric Hoffer
El trabajo corporal desembaraza de los sufrimientos espirituales; eso es lo que hace dichosos a los pobres.
François de La Rochefoucauld
¡Marinos y soldados de la República! ¿Veis esa gran montaña flotante? ¡Son 31 buques enemigos! Mas no creáis que vuestro General abriga el menor recelo, pues que no duda de vuestro valor y espera que imitaréis a la 25 de Mayo que será echada a pique antes que rendida.
Guillermo Brown
Para enloquecer debes tener una tremenda acumulación de cordura.
Henry Miller
Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando.
Marcelo Bielsa
Para ser presidente del Gobierno deberían exigir algo más que ser mayor de 18 años y ser español.
Mariano Rajoy
Quien piensa a lo grande yerra grandiosamente.
Martin Heidegger
No prometas nada cuando te sientas eufórico; no respondas una carta cuando te sientas iracundo.
Proverbio Chino
En cuanto al mundo, yo lo considero no como una posada, sino como un hospital, un lugar no para vivir, sino para morir en él.
Thomas Browne
Peca de grosero quien aguarda que le digan que se vaya.
Tirso de Molina
No me puedo estar quieto. Debo explorar y experimentar. Nunca estoy satisfecho con mi trabajo. Me molestan las limitaciones de mi propia imaginación.
Walt Disney
Las prisiones están construidas con piedras de la Ley, los burdeles con piedras de la Religión.
William Blake