El miedo no acepta excusas y no tiene compasión.
Amaia Montero
La perseverancia marca la diferencia entre el fracaso y el éxito.
Anónimo
Nada hay tan pobre y triste como el arte que se interesa en sí mismo y no en su objeto.
George Santayana
El amor no crece a un ritmo regular, sino que avanza a impulsos, a sacudidas, a saltos bruscos.
Ian McEwan
El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta.
Jacinto Benavente
La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.
Jaume Perich
Las prisiones existen para ocultar que es todo lo social, en su banal omnipresencia, lo que es carcelario.
Jean Baudrillard
Nada apetecen tanto los hombres como conservar la vida, y nada hay por que menos se esfuercen en dirigirse bien.
John Lubbock
Sencilla para pensar, prudente para sentir, recatada para amar, discreta para callar y honesta para decir.
José María Gabriel y Galán
¿Cuándo, cuándo, mi amiga, junto a las mismas bailarinas del fuego, cuándo, cuándo, el amor no tendrá frío?
Juan L. Ortiz
No son las montañas que todavía tienes que escalar lo que te agota. Es la piedrita en el zapato.
Muhammad Ali
El judío cree que está destinada para él la soberanía de los pueblos. Tiene una gran idea de su superioridad, un profundo desprecio por los demás y es hombre de pocos escrúpulos.
Pío Baroja
La historia me juzgará. Pero tengo el mejor de los abogados: el olvido.
Roberto Fontanarrosa
El ciudadano debería ponernos como ejemplo de cumplidores de las leyes. Hay leyes que son antipáticas, y que se tienen que reformar, pero ése es el rol del legislador, no el nuestro.
Teddy Bautista
El ojo de Dios mira a los grandes y a los pequeños de modo muy diferente que nosotros. Aquellos que nos aparecen encumbrados sobre el Olimpo, y muy altos a nuestras miradas, pueden estar deprimidos en las hondonadas de los valles y en plano muy abajo de su trono.
Thomas Browne
El sabio puede actuar sin esfuerzo y enseñar sin hablar. Nutriendo las cosas sin poseerlas, trabaja sin buscar recompensa; compite sin perseguir resultados. Una vez terminado el trabajo, no se piensa más en él. Por eso dura eternamente.
Wayne Dyer