El amor verdadero hace milagros, porque él mismo es ya el mayor milagro.
Amado Nervo
Cuando yo muera, no me veré morir, por la primera vez.
Antonio Porchia
Las drogas son como tener sexo con un gorila, tú no decides cuando parar, el gorila decide cuando parar.
Dave Mustaine
¡Trabajadores de todas las tendencias! El gobierno pone en nuestras manos las armas para que salvemos a España y al pueblo del horror y de la vergüenza que significaría el triunfo de los sangrientos verdugos de octubre.
Dolores Ibárruri
El más astuto vence siempre al más fuerte.
Fedro
Pocas veces llega uno a convertirse en hombre de bien, recorriendo el mundo.
François-Séraphin Régnier-Desmarais
Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano.
Jorge Rafael Videla
La cuestión de la integración no es cuestión de agrandar los mercados, sino de tener una voz potente en el mundo.
José Mujica
Tanto el hardware de las computadoras, la automación y la cibernación, como el software de la ciencia de los sistemas, representan una nueva tecnología que ha sido llamada Segunda Revolución Industrial y sólo lleva unas décadas desenvolviéndose.
Ludwig Von Bertalanffy
Usted sólo dispone de dieciocho breves años antes de que su hija pueda decidir por su cuenta. Si no le muestra el camino recto ahora, ella no lo encontrará más tarde.
Meg Meeker
Los cubanos somos noveleros de nacimiento.
Pedro Juan Gutiérrez
Fue cuando comprobé que murallas se quiebran con suspiros y que hay puertas al mar que se abren con palabras.
Rafael Alberti
Que estéis divorciados no significa que tengas la obligación de odiarlo.
Robin Williams
Los jóvenes soviéticos de veinte o treinta años, instruidos en los campos de educación marxista-leninista, sólo se diferenciaban de los miembros salvajes y desprovistos de escrúpulos de las Juventudes Hitlerianas por sus rasgos físicos.
Sándor Márai
Conozco un país donde el día invernal sobre el mar es como el crepúsculo entre viejas tumbas.
William Heinesen
Algunos se rinden con un suspiro de resignación. Otros luchan un poco, y luego pierden esperanzas. Otros, y me incluyo entre ellos, nunca se rinden. Luchamos y luchamos y luchamos. Luchamos no importa lo que cueste la batalla, las pérdidas, la poca probabilidad de vencer. Luchamos hasta el final. No se trata de coraje. Es algo constitucional, una incapacidad de abandonar. Tal vez sólo se deba a la sandez de ansiar la vida.
Yann Martel