El futuro siempre llega demasiado rápido, y en el orden incorrecto.
Alvin Toffler
Quiero esconderme del miedo y mirar de una vez los ojos que tiene la luna.
Amaia Montero
La enfermedad es a menudo para los débiles un medio de vencer.
André Maurois
Recuerda lo que había antes de haberlo aprendido todo.
Ángela Álvarez Sáez
El establecimiento se compone de hombres pequeños, muy asustados.
Bella Abzug
Consideremos los lirios del campo cuya fragancia es efímera; nosotros somos como ellos, la flor desaparece y se pierde el aroma.
Christina Rossetti
Uno no deja de correr porque se hace viejo -dice el Demonio-, uno se hace viejo porque deja de correr.
Christopher McDougall
La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.
Cicerón
Bien mirado, ¿por qué los varones poseen pechos y pezones si no tuvieron uso en algún momento? Quizá alumbraban por el ombligo.
Doris Lessing
-Estoy aterrada, Ernesto -admití al amanecer. -Nada podemos hacer, Paula está en manos de Dios. -Para ti debe ser más fácil aceptarlo porque al menos cuentas con tu religión. -Me duele como a ti, pero tengo menos miedo de la muerte y más esperanza en la vida -replicó abrazándome.
Isabel Allende
A medida que un organismo aumenta su complejidad, el ritmo de lucha y consumación en la relación con su medio tiene variaciones y prolongaciones, y llega a incluir dentro de sí una interminable variedad de subritmos. Los designios de la vida se amplían y se enriquecen, la satisfacción es más compacta y tiene matices más sutiles.
John Dewey
Musa que disponía mi alma para las armonías puras.
Ludwig van Beethoven
Mi deseo por ti calienta una baya verde en la palma de mi mano.
Masajo Suzuki
No vale entristecerse. La sombra que te lo ha dado. La sombra que se lo lleve.
Miguel Hernández
A pesar de que ahora tengo perspectiva, todavía no sé si la ira de Lacan era real o se trataba de una cólera de actor con fines terapéuticos.
Pierre Rey
El pensamiento es un puente que conecta lo humano con lo Divino. Tu cuerpo, tus negocios, tu hogar, son solamente ideas dentro de tu mente.
Swami Sivananda