El amor por esta patria sea la llama a través de la cual nuestro señor y la Santisima Virgen me iluminen para acertar.
Álvaro Uribe Vélez
Ese sol con sueño.
Alfonso Reyes Ochoa
La vida es sólo la muerte aplazada.
Arthur Schopenhauer
El aullido de los lobos nos llegó desde cerca. Fue casi como si los aullidos brotaran al alzar él su mano, semejante a cómo surge la música de una gran orquesta al levantarse la batuta del conductor.
Bram Stoker
No hay nada como tomarse lo que uno hace con moderación: aporta serenidad a nuestro cuerpo y a nuestro espíritu; mientras que las ideas grandilocuentes tienden a sumir a ambos en un estado febril.
Charlotte Brontë
Nuestra consoladora convicción de que el mundo tiene sentido descansa sobre un fundamento seguro: nuestra capacidad casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia.
Daniel Kahneman
Me encontré de pronto en la culminación de la dicha del amor y en consecuencia en la cima de mi vida, de mis añoranzas y aspiraciones.
Hermann Hesse
No confío en las chicas con un matojo enorme de pelo púbico.
Jamie Lee Curtis
Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas.
Jorge Luis Borges
¡Ah, sí! Es preciso entender esta especial psicología de los locos, por la cual, fíjese, se puede estar incluso seguro de que un loco nota, puede notar perfectamente un disfraz delante de él, y tenerlo por tal; y, sí, señores, sin embargo, creer en él; igual que hacen los niños, para los cuales es a la vez juego y realidad.
Luigi Pirandello
Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan.
Martin Luther King
La fe enciende la lámpara que solo el aceite del amor hace arder.
Miguel Servet
Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.
Oscar Wilde
El que está realmente comprometido con la vida jamás deja de caminar.
Paulo Coelho
Siempre hay algo auténtico oculto en toda falsificación.
Sylvia Hoeks
Para ser grande hace falta un noventa y nueve por ciento de talento, un noventa y nueve por ciento de disciplina y un noventa y nueve por ciento de trabajo.
William Faulkner