Hemos de construir casa que crezcan; la casa que crece ha de sustituir a la máquina para habitar.
Alvar Aalto
El que está enamorado de sí mismo no tendrá rivales.
Benjamin Franklin
Si no tuviéramos orgullo no nos lamentaríamos del orgullo ajeno.
François de La Rochefoucauld
No habléis de genios frustrados. El genio se adueña del hombre. El genio hace lo que debe, y el talento lo que puede.
George Meredith
Le quedaban por conocer muchas noches en las que sucumbiría a mujeres que su avidez y el alcohol le harían juzgar deseables, para llevarse las manos a la cabeza al descubrir que se había metido en la cama con descomedidas parientes de Oliver Hardy o con casquivanas émulas de Bela Lugosi.
Javier Marías
El que predica la guerra es un apóstol del demonio.
John Ray
Pinto lo qué no puede ser fotografiado, lo que viene de la imaginación o de sueños.
Man Ray
¿Y qué necesidad hay de sentirse encadenado a otras sensaciones distintas a las del placer?
Marqués de Sade
No soy un hombre de negocios. Yo no trato con el negocio en absoluto. Ya no más. De vez en cuando, cada cuatro o cinco años, me dicen que he quedado sin dinero y me tengo que ir a hacer un poco más.
Mick Jagger
El hombre se recuperó de la mordida. Fue el perro el que se murió.
Oliver Goldsmith
Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.
Oscar Wilde
Yo no soy una persona importante. Soy importante como persona, que es distinto.
Pappo
Hay labios tan finos que en vez de besar cortan.
Paul Bourget
La multitud expresa su simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.
Suzanne Collins
Mañana... tal vez las armas no serán más que palabras. Las palabras más abundantes, las más rápidas o las últimas. Mire por la ventana. Dígame qué ve.
Terry Pratchett
La honestidad intelectual es de primera importancia en el trabajo experimental.
William Ian Beardmore Beveridge