El ideal no es más que la verdad a distancia.
Alphonse de Lamartine
Cualquier necio destruye, el sabio es aquel que construye. La ignorancia es hacer padecer a nuestra mente.
Alex Pimentel
Solemos decir que hay cosas que no se pueden perdonar, o que nunca podremos perdonarnos. Y sin embargo lo hacemos, lo hacemos a todas horas.
Alice Munro
Ni al que no ha de ser creído le está bien querer hablar.
Alonso de Barros
Grande el salmón, que navega contra corriente para vivir.
Andrés Calamaro
Aunque un marido viviera más de cien años nunca podría saber nada de la verdadera existencia de su mujer. Podrá conocer el mundo, el universo, pero nunca a esa persona que convive con él.
August Strindberg
El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta.
Cicerón
Te he venido suponiendo en todos los días que me faltan, tal cual si pudiera verlos como son, solo quiero resumirte que al principio te pensaba y hoy contemplo en ti la costa a donde voy.
Fernando Delgadillo
Habéis recorrido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre, y muchas cosas en vosotros continúan siendo gusano.
Friedrich Nietzsche
Me siento feliz de no ser hombre y verme en el caso de tener que casarme con una mujer.
Madame de Staël
Dale al trabajador su salario antes de que se haya secado el sudor de su frente.
Mahoma
En una palabra, rechazamos toda legislación, toda autoridad y toda influencia privilegiadas, patentadas, oficiales y legales, aunque salgan del sufragio universal, convencidos de que no podrán actuar sino en provecho de una minoría dominadora y, contra los intereses de la inmensa mayoría sometida.
Mijaíl Bakunin
Soy el cerebro de la banda. Liam es el idiota de la banda. Y los otros tres son los otros tres.
Noel Gallagher
Con las ideas pasa lo que con las mujeres. Cuesta menos alimentar a diez que vestir a una sola.
Paul Masson
Ve a menudo a la casa de tu amigo, pues la maleza prolifera en un sendero no recorrido.
Ralph Waldo Emerson
¿Y qué son? ¿Qué son los fríos? Sonrió sombríamente. Bebedores de sangre -replicó con voz estremecedora-. Tu gente los llama vampiros.
Stephenie Meyer