Ni sabrá darse a entender el hombre que poco sabe.
Alonso de Barros
El carácter es un sistema espiritual completo; es un soberano en medio delas tentaciones del mundo, de las falsas sugestiones de los demás hombres, de las circunstancias mudables de la vida exterior, y es una bendición, ya conduzca a la más alta felicidad humana, o a la gloria, al sacrificio y a la muerte.
Enrique Molina Garmendia
Hay cuestiones en las que no le corresponde al hombre decidir sobre la verdad y la no-verdad: todas las cuestiones más altas, todos los problemas supremos del valor están más allá de la razón humana.
Friedrich Nietzsche
Cada uno es tan infeliz como cree.
Giacomo Leopardi
El temor siempre enmienda, el temor expulsa el pecado, el temor reprime el vicio, el temor hace al hombre docto y solícito.
Isidoro de Sevilla
Los dobles de riesgo estadounidenses son inteligentes, ellos piensan en la seguridad. Cuando saltan a un coche, calculan todo. La velocidad, la distancia... Pero en Hong Kong, no sabemos cómo hacerlo. Todo lo que hacemos es una suposición. Si tienes las agallas, lo haces. Todos mis dobles de riesgo se han hecho daño.
Jackie Chan
¿De cuál democracia? Si se trata de la democracia para el pueblo trabajador, si se trata de liquidar los privilegios y las desigualdades sociales, nadie más democrático que nosotros.
José Díaz Ramos
Yo no tengo ningún ídolo en el tenis.
Marcelo Ríos
Los que tienen poco negocio que atender son buenos charlatanes, los intelectuales y los ocupados hablan menos.
Montesquieu
No se gobierna con metafísica, sino con los resultados de la experiencia de siglos.
Napoleón Bonaparte
Nunca soñé con casarme y cocinarle a mi marido.
Natalia Oreiro
El hombre es el inventor de la estupidez.
Remy de Gourmont
Los hombres buenos y los malos lo son menos de lo que lo parecen.
Samuel Taylor Coleridge
Mi patria es todo este mundo.
Séneca
Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.
William Shakespeare
Las buenas maneras no presuponen la obediencia a la voluntad ajena.
Yukio Mishima