Ni (hay) deleite más barato que él que es fundado en virtud.
Alonso de Barros
El bolchevismo está llamando a nuestras puertas, no podemos darles el lujo de dejarles entrar... Tenemos que mantener a Estados Unidos seguro y virgen. Debemos tener al trabajador fuera de la literatura roja y de las artimañas rojas, hay que ver que su mente se mantiene saludable.
Al Capone
Hay muchas maneras de matar.
Bertolt Brecht
La armonía hecha carne tú eres el resumen genial de lo lírico. En ti duerme la melancolía, el secreto del beso y del grito.
Federico García Lorca
Sirviendo a los demás aprendemos a saber mandar y a conocer cuál es nuestra autoridad.
Goethe
Yo no sabría echarte de menos (soy un ladrón que robó dolor) y si te pierdo camino a casa ya te dije esto antes... Linda mía, te voy a encontrar, te voy a buscar y te voy a encontrar...
Indio Solari
Un día razoné, al otro decidí razonar de nuevo, el tercer día me dije: La verdad duele.
Juan Lobillo
Un gobernante sabio siempre se esfuerza para que la gente no tenga tentaciones y pasiones, y para que las personas, profundamente viciosas, no se atrevan a actuar.
Lao-Tse
Dirigir no significa tan sólo decidir la orientación general y las medidas políticas específicas, sino también establecer los métodos de trabajo correctos.
Mao Zedong
Los pilotos en general no se soportan entre ellos. Digamos que el 85%.
Marco Simoncelli
Somos discretos, genuinos y británicos hasta la médula.
Ringo Starr
El líder indiscutible e indiscutido del centro derecha en Europa es Aznar. Él es sin discusión su líder natural.
Silvio Berlusconi
Es compuesta de flores maravilla, divina protectora americana, que a hacerse pasa rosa mexicana, apareciendo rosa de Castilla.
Sor Juana Inés de la Cruz
El buen pastor esquila las ovejas, pero no las devora.
Suetonio
¡Oh destino implacable de las sociedades humanas, que perdéis los hombres y las almas en vuestro camino! ¡Océano en que cae todo lo que deja caer la ley! ¡Siniestra desaparición de todo auxilio! ¡Muertemoral!
Victor Hugo
No fue Dios quien me salvó. Fue la medicina. La razón es mi profeta y me dice que igual que un reloj se para, nosotros nos morimos. Se acabó. Y si el reloj no funciona bien, nosotros mismos tenemos que arreglarlo aquí y ahora.
Yann Martel