Ni hay estorbo para el dar como pedir con temor.
Alonso de Barros
Nunca por la compasión del infeliz se ha de incurrir en la desgracia del afortunado.
Baltasar Gracián
La Navidad es amor en acción. Cada vez que amamos, cada vez que damos, es Navidad.
Dale Evans
Te sientas como te sientas, actúa siempre con calma y corrección.
Daniel Kahneman
- En la Iglesia dicen que hay que perdonar. - Que los perdone Dios, mi trabajo es concertarles una cita.
Denzel Washington
¿Acaso la verdad sólo lo es cuando nos muestra aquello que esperábamos ver?
Dolores Redondo
Una hora de alegría es algo que robamos al dolor y a la muerte, y el cielo nos recuerda pronto nuestro destino.
Jacinto Benavente
Pero consideraba que la locura era consecuencia de la frustación, no una enfermedad orgánica.
John Katzenbach
No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres.
John Lennon
Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconsebible...
Jorge Luis Borges
Guatemala es la parte más felizmente situada en este continente, es una de las porciones mas hermosas del nuevo mundo; en el bello central de la América.
José Cecilio del Valle
No creas en el Maestro que te enseña que hay que creer en la luz y que tiene la luz; cree en el Maestro que sin decirte que tiene la luz y que hay que creer en ella, con su silencio, su reflexión y su paz de cuerpo, te manifiesta que la luz existe y, por lo tanto, hay que creer en ella.
Norys Uribe Santana
No compares: lo que vive no es comparable. Con suave temor acepté la igualdad de las llanuras y el círculo del sol me hirió.
Ósip Mandelshtam
La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho.
Percy Bysshe Shelley
Las grandes carreras y las grandes empresas se construyen por evolución. Es decir, por mejoras lentas y constantes que examinadas por separado no parecen gran cosa. Pero, con el tiempo, estas mejoras pequeñas, evolutivas, se van acumulando hasta producir enormes ganancias.
Robin S. Sharma
El aseo del vizcaíno es proverbial; el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. Oíd hablar a un vizcaíno, y escucharéis la más eufórica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español, y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.
Sabino Arana