No (hay) vista más apacible que virtud en cuerpo hermoso.
Alonso de Barros
Los hombres ejercen el poder divino de abrir todas las puertas. Yo sólo puedo abrir algunas. Las puertas son gigantescos ídolos que no ceden gustosos a las mañas de los perros.
Anatole France
Los profesionales de la Bolsa presentan cada noticia del modo que mejor les va.
André Kostolany
Creo en ti. Eres. Me basta.
Ángel González
¿Sabes ya de la herida del amor? de la que tanta dicha brota y brota tanto dolor.
Beatriz Villacañas
La deliberación es trabajo de muchos, la decisión, de uno solo.
Charles de Gaulle
El que no tiene en la vida otra cosa más agradable que la vida, puede pasarla virtuosamente.
Cicerón
El Ser Supremo nos envía a la tierra a lavar nuestras almas porque nos hizo limpios la primera vez y para poder retornar a él tenemos que regresar como nos mandó. ¿Y cómo nos vamos a limpiar? A fuerza de dolor y de sufrimiento.
Elena Poniatowska
El peligro les amenaza a cada instante, y si muchas veces salvan su vida, no es más que por la fuerza, la agilidad y un continuo heroísmo.
Élisée Reclus
Tengo la fortuna de haber hecho canciones que perduran y eso hace que yo esté aquí todavía.
Fraco De Vita
Ha llegado la hora de buscar a los perdidos.
Friedrich Nietzsche
Te vas a la ciudad definitiva, sin mí; perdonarás que no te vaya a despedir, la noche corta como un cristal roto y tu estarás tan triste como hermosa.
Ismael Serrano
En América, la libertad es una vigorosa brotación.
José Martí
Así es como alguien, sin saberlo, llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir.
Julio Cortázar
El individualismo ha sido objeto de una enorme cantidad de críticas a lo largo de los años. Todavía lo es. Está ampliamente asumido que es sinónimo de egoísmo... Pero la principal razón por la que tanta gente en el poder ha detestado siempre el individualismo, es porque los individualistas son los más proclives a prevenir el abuso de poder.
Margaret Thatcher
Entonces, por primera vez, tenía la sensación de hablar por mí mismo y por la época.
Stefan Zweig