Ni (hay) fama que así perezca como el buen nombre en el malo.
Alonso de Barros
Somos los creadores de música y los soñadores de sueños.
Arthur O'Shaughnessy
Odio las definiciones.
Benjamin Disraeli
Lo último que uno sabe es por donde empezar.
Blaise Pascal
Nadie nos dijo que veniamos a gozar de esta vida.
Cesare Pavese
Como yo siempre estoy trabajando, mis mejores recuerdos de vacaciones son definitivamente cuando puedo ir a casa y pasar tiempo con mi familia.
Chris Brown
La mayor parte de los elementos que determinan el logro de una mejor o peor posición social no tienen que ver tanto con el CI como con factores tales como la clase social o la suerte.
Daniel Goleman
Nadie pidió que la vida nos diese esta mano de cartas que llevamos, pero debemos jugarla nosotros mismos y darles la vuelta sin esperar ayuda.
Eminem
En mi tercer año de edad, vi tal luz que mi alma se sintió estremecida, pero debido a mi corta edad, no pude decir nada.
Hildegarda de Bingen
¡El vicio es una gran nivelador!
Jacinto Benavente
No desprecies la muerte, pero acéptala de buen agrado, porque forma parte de lo establecido.
Marco Aurelio
Enfurézcase quien quiera, con tal de que yo no sea hallado culpable de haber guardado un impío silencio; pues soy plenamente consciente de ser un deudor de la palabra divina, por grande que sea mi indignidad. Nunca se ha podido discutir en serio el verbo divino sin ocasionar peligro y derramamiento de sangre.
Martín Lutero
La esencia de las técnicas del karate es el kime. Kime significa un ataque explosivo contra el blanco, usando la técnica apropiada y la máxima potencia en el tiempo más corto posible.
Masatoshi Nakayama
Respondió Sansón... algunos dicen: Nunca segundas partes fueron buenas.
Miguel de Cervantes
Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.
Ricardo Arjona
El miedo, Marco, recuérdalo, administrado sabiamente es la mejor de las armas, especialmente para manipular a un pueblo inculto e influenciable. Roma tiene, por fin, miedo, el miedonecesario,
Santiago Posteguillo