Los españoles, que durante muchos siglos supimos ser pobres con dignidad, nunca habíamos sabido ser dóciles.
Almudena Grandes
Estamos aquí desamparados, aunque hagamos todo lo posible por negarlo.
Bob Dylan
En México no hay tragedia: todo se vuelve afrenta. Afrenta, esta sangre que me punza como filo de maguey. Afrenta, mi parálisis desenfrenada que todas las auroras tiñen de coágulos. Y mi eterno salto mortal hacia mañana. Juego, acción, fe, día a día, no sólo el día del premio o del castigo: veo mis poros oscuros y sé que me lo vedaron abajo, abajo, en el fondo del lecho del valle.
Carlos Fuentes
No estéis pesarosos de que nadie os conozca; trabajad para haceros dignos de ser conocidos.
Confucio
Uno nunca es consciente de la paciencia que puede tener la venganza.
Eloy Moreno
La propia Ciencia es poder.
Francis Bacon
Mi hipocondría, a decir verdad, es un talento especial que consiste en esto: saber extraer de cada incidente de la vida, sea cual sea el nombre que lleve, la mayor cantidad de veneno para mi propio uso.
Georg Christoph Lichtenberg
La educación científica de los jóvenes es al menos tan importante, quizá incluso más, que la propia investigación.
Glenn T. Seaborg
¿Por qué asustarse? ¿Por qué dudar? ¿Acaso porque se ignore lo que hay allá, porque no vuelve, o más bien porque es propio de nuestra naturaleza suponer que todo es confuso y tinieblas en lo desconocido?
Goethe
El dinero es la tarjeta de crédito de los pobres.
Herbert Marshall McLuhan
Nuestro barco se había rendido a toda especie de juergas y perversiones. No se interpuso la más tenue barrera entre las profanas pasiones de la tripulación y el ilimitado placer de ellas.
Herman Melville
En la ética el individuo es el único juez ante sí mismo. Los demás deben ser su auditorio.
Horst Matthai Quelle
Si la felicidad se comprara, entonces el dinero sería noble.
Lírico
Nada hay, para el amor, como la tierra; ignoro si existe mejor sitio.
Robert Frost
El nacionalismo es la ruina para Europa y para España.
Rosa Díez
Toda obra es deleznable, sólo su ejecución no lo es.
Thomas Carlyle