Todo lo alcanzarás, solemne loco, siempre que lo permita tu estatura.
Almafuerte
Tened cuidado con el hombre que pide un perdón: puede caer fácilmente en la tentación de merecer dos.
Alfred de Musset
Ni se muestra la cordura del hombre como en casarse.
Alonso de Barros
En vez de preocuparse por su forma de expresión, ocúpese de las causas que la producen.
Dale Carnegie
Si a un ingeniero le das tiempo y dinero suficientes, encontrará una solución.
Daniel Lacalle Fernandez
¡Cuántas veces resulta de un engaño, contra el engañador el mayor daño!
Félix María de Samaniego
Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable charlatanería de egoísmo de los pueblos desarrollados.
Friedrich Nietzsche
... yo atravieso con una sombría cautela ese manicomio que ha sido el mundo durante milenios enteros, ya se llame cristianismo, o fe cristiana, o Iglesia cristiana - me guardo de hacer responsable a la humanidad de sus enfermedades mentales.
Todo ser vivo es también un fósil. Dentro de él, todo el camino hasta la estructura microscópica de sus proteínas, conserva las huellas y hasta los estigmas de su ascendencia.
Jacques L. Monod
Haz como querrías que hicieran contigo y ama a tu prójimo como a ti mismo.
John Stuart Mill
El viento del EspírituSanto sopla donde quiere, otorga vida y resucita a los muertos.
José Ramón Ayllón
Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con quienes nos encontramos.
Louise Marie Caroline
No me gustan las etiquetas. Te limitan, y yo no quiero límites.
Madonna
El ejercicio más fructífero y natural de nuestro espíritu es, a mi juicio, la conversación. Encuentro su práctica más dulce que cualquier otra actividad de nuestra vida.
Michel de Montaigne
Los creyentes en milagros nunca deberían tratar de explicarlos. No hay más que una forma de explicar algo, y es demostrarlo por medios naturales. El momento en que uno explica un milagro, ya desaparece.
Robert G. Ingersoll
Cuando estamos planeando para la posteridad, debemos recordar que la virtud no es hereditaria.
Thomas Paine