Los sueños son verdad mientras duran; y ¿no vivimos nosotros en sueños?
Alfred Tennyson
Las erratas mejoran el texto.
Amando de Miguel
¡Los musicales han matado al auténtico cabaret!
Carlos Areces
Ejecuta como un escorpión, su aguijón es selectivo y solo inocula veneno al enemigo digno de su ataque.
Eva García Sáenz de Urturi
¿Qué es lo que busca a fin de cuentas? El máximo de amor y de placer, como un sueño o idea, es una utopía. Esto lo entiende perfectamente, por eso está triste. Su tristeza también es profunda, una profunda tristeza humana, una tristeza infinita, imposible librarse de ella.
Gao Xingjian
Después del amor, lo más dulce es el odio.
Henry Wadsworth Longfellow
Mi misión en la vida es arrancar las máximas carcajadas posibles.
Jim Carrey
Hoy estoy acá, 26 años después para preguntarle a los responsables de esta barbarie si se animan a mirarme cara a cara y a los ojos y decirme dónde están mis padres, Alicia y Damián.
Juan Cabandié
Un hombre que gasta su vida entera en la realización de unas pocas tareas sencillas no tiene ocasión de ejercitar su entendimiento.
Karl Marx
Nuestra vida privada es la que nos mantiene conectados a la torre de control. La vida pública es solo una consecuencia de esto.
Lucas Leys
Dios nos envía a esos niños y nos concede la gracia de acogerlos; ya nos enviará con qué alimentarlos.
Marcelino Champagnat
Planeo el atraco a mano armada de su corazón, cada palabra he calculado, ahora falta el valor.
Roberto Iniesta
No son nube ni flor los que enamoran; eres tú, corazón, triste o dichoso.
Rosario Castellanos
Es que es asombroso lo fácil que los humanos se acostumbran a las cosas espectaculares.
Salma Hayek
- Necesité tu ayuda hace diez años, y hace diez años jamás me ayudaste. No quisiste hacerlo. - Si quisiste ayuda, si entonces querías ayuda, ¿por qué no lo dijiste? ¿Por qué no me la pediste hijo? - ¡Te la pedí y jamás me escuchaste! - Bueno... yo... sé que tengo 76 años... y...
Sylvester Stallone
Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto.
Vinicius de Moraes