A mí me seguía el sol.
Alfonso Reyes Ochoa
Catire quita pesares contesteme esta pregunta cual es el gallo que siempre lleva ventaja en la lucha y aunque le den en el pico tiene picada segura.
Alberto Arvelo Torrealba
La familiaridad engendra la indiferencia.
Aldous Huxley
La existencia de soldados es, además de la pena de muerte, la más siniestra muestra de barbarie humana.
Alfred de Vigny
Yo mismo soy el instrumento de fuerzas poderosas que nacen y mueren en mí.
Amedeo Modigliani
La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades.
Ernesto Sabato
Entonces se acabaría mi tranquilidad con la noticia de que mi hermano Ramón era uno de los jóvenes oficiales más activos en la conspiración contra el rey.
Francisco Franco
Si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa.
Gilbert Keith Chesterton
¿Le apetece salir conmigo, doctora?
Jim Davis
Las presiones que al Estado de los Austrias o de los Borbones han ejercido sobre España en general y sobre Cataluña en particular durante los siglos XVI al XVIII no han sido lingüísticas. Ni importaba el uso de una u otra lengua, ni se cohibía, ni el Estado tenía medios ni voluntad de ejercer actividades que tuvieran relación con las publicaciones, ni con la enseñanza de la lengua.
Julián Marías
Señalando con sus dedos con los pies de puntillas los niños admiran la luna.
Kawai Chigetsu
No soy famosa por los hombres con los que me exhibo, sino por los que me oculto.
Mae West
El hombre hace lo que se le antoja con su propiedad.
Michael Fassbender
Me gustaría que me recuerden como uno de los que defendió la música de Córdoba, la música del cuarteto.
Rodrigo Bueno
Sabes que el amor se nos alborota, libre como las gaviotas que hasta el corazón vuela al son, es el firmamento que ven dos locos que se miran a los ojos y del corazón brilla el sol.
Rosana
Para morir, el mejor de los tiempos es el próspero.
Séneca