El arte de la expresión no me apareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano.
Alfonso Reyes Ochoa
Al principio estuve en contra del matrimonio homosexual por una cuentión del origen de la palabra matrimonio pero luego me desdije viendo el mal uso que hizo la Iglesia de todo este asunto y ahora estoy a favor.
Álvaro Pombo
La primera regla del proyecto es no hacer preguntas.
Brad Pitt
Empecé a entender que la lucha en mi país no es sólo para derrotar a una camarilla, es para derrocar un sistema.
Carlos Fonseca
Dar y dar más es la única manera de tener y tener más.
Dale Carnegie
Solamente aquellos que tengan la paciencia de hacer a la perfección lo trivial, podrán adquirir el hábito de ejecutar lo difícil con facilidad.
Friedrich Schiller
El aire externo burdo es el que sopla en un día de viento. El aire externo sutil es más difícil de detectar: es la energía que hace crecer las plantas y existe incluso en las rocas y las montañas.
Gueshe Kelsang Gyatso
Nadie habla sino de su propio síntoma.
Jacques Lacan
Estamos en una crisis que yo llamo barbarie, porque es una barbarie...
José Luis Sampedro
Los antiguos decían que un discurso adornado no tenía costumbres, es decir, que no expresaba el carácter y las inclinaciones de quien hablaba.
Joseph Joubert
Renunciar a la felicidad es como arrojar piedras preciosas al océano. Es mucho peor que cualquier pecado.
Ken Follett
Jamás persona alguna de humilde estado ha ganado gran poder sólo por medio de la fuerza, pero sí sólo con la astucia.
Nicolás Maquiavelo
Madre hay sólo una, no la ames en pasado o futuro, ámala en el presente.
Pedro Pantoja Santiago
Las vacas estaban sumidas en una existencia bestial que carecía dichosamente de profundidad espiritual: arrojar chorros de leche y mascar, cagar y mear, pacer y dormir, esa era toda su razón de ser.
Philip Roth
No hay camino que no tenga fin.
Séneca
Más vale el desastre causado por la fidelidad al Acontecimiento que el no ser de la indiferencia ante el Acontecimiento.
Slavoj Zizek