Al igual que el odio, los celos están prohibidos por las leyes de la vida porque son esencialmente destructivos.
Alexis Carrel
Sus ojos me hablaron de cosas eternas, su boca me hizo conocer el sabor de la vida.
Alfonso Orantes
Las raíces del estudio son amargas; los frutos, dulces.
Cicerón
El hombre contrae matrimonio con una dote; la mujer, con una profesión.
Claude Tillier
Ver mucho la televisión me ha tenido persiguiendo sueños.
Coolio
El hombre modesto suele ser admirado, si es que la gente llega a saber de él.
Edgar Howe
Con los reyes nació la tiranía.
Francisco Morazán
No desearíamos muchas cosas tan ardientemente, si entendiéramos bien lo que deseamos.
François de La Rochefoucauld
La sangre noble es un accidente de la fortuna; las acciones nobles caracterizan al verdadero grande.
Giuseppe Baretti
¡No merezco, Señor, cuanto recibo!
Ignacio de Loyola
A mí, lo más impresionante de todo lo que me ha ocurrido, lo más hondo, me pasó a oscuras dentro de la prohibida caverna de Altamira. Es el que he sentido como el lugar más enigmático. Ahí, a solas, comprendí lo que es el misterio auténtico, el más allá, la herencia ancestral que todos llevamos dentro.
Iker Jiménez
Si un hombre desea ser plenamente humano, no puede conformarse con su cultura.
José Ramón Ayllón
No presumo de haber amado. He sentido demasiado lo poco durables que son las emociones más vivas para querer, al acercarme a seres perecederos, encaminados hacia la muerte, extraer un sentimiento que se pretende inmortal.
Marguerite Yourcenar
Para el orgullo constituye una especie de placer el burlarse de los defectos que no se tienen y ese tipo de satisfacciones resultan tan gratas al hombre y especialmente a los imbéciles, que es muy raro ver que renuncien a él.
Marqués de Sade
Hay que construir una sociedad que funcione para todos.
Mauricio Macri
Soy una firme creyente en poner tu dinero donde está tu boca.
Teri Hatcher