El único cemento sólido para unir a los hombres es el amor.
Alexis Carrel
Vergüenza tÃpica de la primera infancia: en lugar de sentirse orgulloso de su mayor nivel de exigencia, vivirlo como una singularidadculpable, ya que el ideal consiste en parecerse en la mayor medida posible a los individuos de tu edad.
Amélie Nothomb
Gobierna tu negocio, o tu negocio te gobernará a ti.
Benjamin Franklin
SÃ, todo me lo quitaréis, el laurel y la rosa. Lleváoslos, pero me queda una cosa que llevo. Y esta noche, cuando entre en la casa de Dios, brillará intensamente mientras diga mi adiós algo que, inmaculado, meceré en un arrullo, y me lo llevaré para siempre; y es: mi orgullo.
Gérard Depardieu
Nunca cierres la mano: no hay manera mejor de disfrutar los bienes que dándolos.
Gonzalo Fernández de Córdoba
En mi profesión -dijo-, cuando me tropiezo con un hombre como ése, tengo otra divisa: vive y deja morir.
Ian Fleming
El cuerpo polÃtico, lo mismo que el humano, comienza a morir desde el momento de su nacimiento y lleva en sà mismo las causas de su destrucción.
Jean-Jacques Rousseau
Las mejores cartas de amor de una mujer son siempre las escritas al hombre que está traicionando.
Lawrence Durrell
QuerÃas un regalo, y yo derramé encantado con un grito entre tus tetas aquel collar de perlas, y en ese instante el mundo terminó de Secretos y Mentiras, El Tiempo de las Cerezas.
Nacho Vegas
Lo más curioso de todo es que en México ha habido muchas calles que tienen nombres de presidentes, y un presidente que tiene nombre de Calles.
Roberto Gómez Bolaños
Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo.
Séneca
A quién le importa dejar grandes marcas atrás? Tenemos una sola vida... sólo una. Nuestra vida. No tenemos nada más.
Ugo Betti
Pensamos que los meteoritos viven poco. Para nosotros ellos nacen en el momento que empiezan a quemarse.
Valeriu Butulescu
No apaguéis tu inspiración y ni tu imaginación, no te conviertas en esclavo de tu mundo.
Vincent van Gogh
Piensa como un hombre sabio pero comunÃcate con el lenguaje de la gente.
William Butler Yeats
En Salzburgo no sé quién soy, lo soy todo y a veces nada, pero yo no pido tanto, y al mismo tiempo solo pido eso - pero solo algo -... si solo soy algo en algún otro sitio lo sabrÃa.
Wolfgang Amadeus Mozart