Un diplomático es un señor capaz de convencer a su mujer de que un abrigo de pieles la engorda.
Alexander Graham Bell
Este sistema americano, llámalo americanismo, llámalo capitalismo, llámalo como quieras, da a todos y a cada uno de nosotros una gran oportunidad; sólo apoderate de él con ambas manos y consigue lo mejor de él.
Al Capone
Eres un ángel que muerde la noche, para no desgarrar mis alas.
Alejandro Lanús
La exageración en los lamentos es un presagio de pronto olvido.
Anónimo
Ignoran que la multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor.
Arturo Jauretche
Se dejaba ir en el balanceo de las melodías y se sentía vibrar de pies a cabeza, como si los arcos de los violines se pasearan por sus nervios.
Gustave Flaubert
Si consigo ver más lejos es porque he conseguido auparme a hombros de gigantes.
Isaac Newton
Para mí es: agua en espalda de pato.
John Benjamin Toshack
Donde funciona un televisor, seguro que hay alguien que no está leyendo.
John Irving
Nosotros tenemos este regalo de amor, pero es como una planta preciosa. No puedes solo aceptarla y abandonarla en la alacena o pensar que va a crecer por si sola. La tienes que seguir regando. Tienes que realmente cuidarla.
John Lennon
Y nos asegurábamos unos a otros que el primer deber de la imaginación era el ser transgresora.
Julian Barnes
Mi forma de llamar la atención es igualándome con la gente. Siempre trato de transmitir que no soy un "superstar", que no soy alguien importante por encontrarme sobre un escenario.
León Gieco
No puedo devolver la realidad de los hechos, sólo puedo presentar su sombra.
Patrick Modiano
Él mismo se había planteado aquellas preguntas muchas veces y sintió de nuevo los temores que le habían mantenido aferrado al lugar en el que se encontraba.
Spencer Johnson
Justo ahora estoy teniendo Amnesia y Déjà vu al mismo tiempo.
Steven Wright
La mar es la inexorable noche social en que la penalidad arroja a sus condenados. La mar es la inmensa miseria. El alma, naufragando en este abismo, puede convertirse en un cadáver. ¿Quién lo resucitará?
Victor Hugo