Las palabras producen un efecto en la boca, y otro en las orejas.
Alessandro Manzoni
Conmigo se va la última esperanza del mundo, las democracias occidentales son decadentes, el comunismo, con gobiernos más autoritarios, a la larga, acabará conquistando el mundo.
Adolf Hitler
Quiero enseñarles el verdadero secreto de ganar dinero, el método infalible de llenar las bolsas vacías, y de conservarlas siempre llenas: Todo el negocio estriba en la rígida observancia de sos reglas sencillísimas. He aquí la primera: sean la probidad y el trabajo vuestros constantes compañeros. Segunda: gastad un cuarto menos de lo que ganáis.
Benjamin Franklin
El tiempo borra las opciones, pero confirma el juicio de la Naturaleza.
Cicerón
Una virtud es siempre más virtud que dos, porque es más fuerte el nudo a que se vincula el destino.
Friedrich Nietzsche
Un espíritu que quiere cosas grandes, que quiere también los medios para conseguirlas, es necesariamente un escéptico. El estar libre de toda especie de convicciones, el poder-mirar-libremente, forma parte de la fortaleza...
La belleza de la música hay que escucharla dos veces.
James Joyce
Lo mismo da el modo que sea estimulado el ojo, bien sea por choque, golpe, presión, galvanización o por estímulos que le son transmitidos simpáticamente desde otros órganos, a todas estas causas siente el nervio de la luz su afección como sensación de luz, aun cuando se halle en reposo en la oscuridad.
Johannes Peter Müller
Es imposible que una cosa tan natural, tan necesaria y tan universal como la muerte pueda haber sido destinada a la humanidad, por la providencia, como un mal.
Jonathan Swift
Mi memoria existe, mi recuerdo vivirá siempre y mi música en la gloria será la salvación del maldito infierno donde habitamos.
Kurt Cobain
Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podría ser.
Lao-Tse
El ingrato el bien escribe en el agua, el mal en piedra.
Lope de Vega
Olor a crisantemos. Y en Nara, viejas imágenes de Buda.
Matsuo Basho
El antídoto para el error es la experiencia.
Renny Yagosesky
No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. Lo que eres, eso eres; y no puedes ser más grande de lo que Dios sabe que eres.
Tomás de Kempis
¡Ven y deleitémonos con los amores, con néctar del paladar, pues mejores son tus caricias que el vino!
Yehuda Haleví