Es de absoluta necesidad decir al abogado toda la verdad franca y claramente, no ocultarle las cosas... Para que él las enrede y embrolle sin pérdida de momento.
Alessandro Manzoni
Para acercarme a cada papel que me piden hacer, decido hacer exactamente todo desde el mismo ángulo: ¿quién es esta persona?, ¿qué es lo que quiere?, ¿cómo pretende conseguirlo, y lo que le sucede a él cuando no lo entiende o si lo hace?
Alan Rickman
Las personas respetables no escriben música o hacen el amor como una carrera.
Aleksandr Borodín
A Fuster le están metiendo un minuto por tramo, a ver si llueve y le meten dos.
Antonio Zanini
La superioridad es una carga, como lo es para el gigante su estatura; gozar de ella y disimularla con benevolencia y no con desdén, es la gran sabiduría.
Fernán Caballero
Se oye ciertas cosas, cosas negativas, todo el tiempo que no son ciertas, pero nunca se oye hablar de lo positivo.
Floyd Mayweather
El perezoso inteligente siempre tiene grandes ambiciones, para justificar su propia pereza a su inteligencia.
John Fowles
Más traicionero que la política sólo la justicia. Por eso andan siempre juntas, de la mano.
Jorge Amado
Lloró durante un buen rato, con la puerta cerrada y las heridas del corazón muy abiertas.
Juan Gómez-Jurado
No pierdas de vista el horizonte.
Keira Knightley
He leído que la música es el único lenguaje universal, y no estoy de acuerdo, pues observo que en este lenguaje las distintas generaciones nunca se entienden.
Léon Daudet
Le creció entonces en el alma un estremecimiento de dignidad: ya era oficial y no quería rebajar su categoría.
Manuel Antonio de Almeida
La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino.
Miguel de Cervantes
Realmente, el mundo esta poblado de brujas; unas más benignas, otras más implacables; pero el reino no solo de la fantasía, sino el de la realidad evidente pertenece a las brujas.
Reinaldo Arenas
La maldad es un punto de vista.
Tom Cruise
Cuando uno atribuye todos los errores a los otros y se cree irreprochable está preparando el retorno de la violencia.
Tzvetan Todorov