No me asusta morir un día, me asusta morir hoy.
Aleksandr Solzhenitsyn
Lo ajeno, donde quiera que esté, siempre clama por su dueño.
Anónimo
Y me dirás: ¡busca!, reclinando la cabeza; y dedicaremos nuestro tiempo a encontrar ese animalito que viaja mucho.
Arthur Rimbaud
Un pueblo honrado no necesita que el gobierno lo divierta, sino que lo deje divertirse.
Arturo Pérez-Reverte
La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.
Baltasar Gracián
Las cadenas de la costumbre son tan sólidas que no se sienten, hasta vuelven tan fuertes que nadie las puede romper.
Ben Jonson
Estar sano emocionalmente no significa depender de otros para ser feliz, sino del amor que uno se tiene a sí mismo en primer lugar.
Bernardo Stamateas
Él es sólo un hombre, también, y siente quizá la misma desesperación que devora a los desventurados que le suplican que les libere de ella. Luego se arrodillan ante las imágenes de los santos... Los invocan; a veces, los injurian. Suplican su intercesión, se quejan de su ineficacia, y acuden a algún otro cuyos méritos imaginan más altos a los ojos de Dios.
Charles Maturin
Una pulgada de alegría es mayor que un palmo de sufrimientos, porque reír es propio del ser humano.
François Rabelais
Me temo que Nietzsche fue destruido porque fue anegado por lo anticuado.
Harold Bloom
Al traductor, como al testigo llamado a juicio, deberá obligársele a extender la mano y jurar: decir la verdad y nada más que la verdad.
Henry Wadsworth Longfellow
No hay mejor prueba de los puntos de vista revolucionarios que la aplicación de ellos durante la revolución, así como el método de natación se comprueba mejor cuando el nadador se arroja al agua.
León Trotski
La normalidad no estaba en los días que quedaron atrás: tan sólo se encontraba en aquello que la suerte nos ponía delante cada mañana.
María Dueñas
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
Proverbio
No me entienden. Tal y como suponía, no son capaces de hacerlo. Yo estoy mas allá de su experiencia. Estoy mas allá del bien y del mal...
Richard Ramírez
La risa mata el miedo, y sin miedo no puede haber fe. Pues sin temor al diablo, no hay necesidad de Dios.
Sean Connery