Estoy verdaderamente horrorizado por el hombre moderno. Tal ausencia de sentimiento, tal estrechez de miras, esa falta de pasión y de información, como debilidad de pensamiento.
Aleksandr Herzen
La hipocresía, además de ser un homenaje que el vicio rinde a la virtud, es también uno de los artificios con los que el vicio se hace más interesante.
Aldous Huxley
Yo estableceré aquí una corte donde el arte y la cultura florezca para siempre.
Alfonso V de Aragón
Era la seguridad que reinaba en su relación, y era maravilloso poderconfiar en lo que eso significaba.
Camilla Läckberg
Hablar es de necios; callar es de cobardes; escuchar es de sabios.
Carlos Ruiz Zafón
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de: Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Enrique Tierno Galván
La verdad no es algo que uno posea y otro no posea:...
Friedrich Nietzsche
Fui caníbal durante veinticinco años. Por el resto de tiempo, he sido vegetariano.
George Bernard Shaw
Con Guido Suller pasamos mucho tiempo en cuartos de hotel.
Jacobo Winograd
A quienes mucho se ha dado, mucho les será exigido. Y cuando en el futuro el supremo tribunal de la Historia delibere para emitir su juicio sobre cada uno de nosotros, examinando si en nuestro breve tiempo de servicio cumplimos nuestras responsabilidades o no, nuestro éxito se medirá por las respuestas a estas cuatro preguntas:
John F. Kennedy
Amo la traición, pero odio al traidor.
Julio César
Sin el apoyo de las bayonetas, ningún gobierno duraría 24 horas en el poder.
Librado Rivera
¡Yo no tengo nada que ver con una bomba!
Lise Meitner
Un abogado con su maletín puede robar más que cien hombres con pistolas.
Mario Puzo
Un hecho es historia solamente cuando ninguna de sus raices puede tocar al presente.
Nicolae Iorga
Los reyes son como las estrellas: salen y se ponen; cuentan con la veneración del mundo, pero no tienen ningún reposo.
Percy Bysshe Shelley