Nadie tiene la culpa. No es su defecto ni el nuestro. Esta es la desgracia de nacer en un mundo que se está muriendo.
Aleksandr Herzen
Todas las leyes que apoyan la impunidad caen.
Baltasar Garzón
La autoridad no se entiende sin prestigio, ni el prestigio sin el distanciamiento.
Charles de Gaulle
Lo supe siempre. No hay nadie que aguante la libertad ajena; a nadie le gusta vivir con una persona libre. Si eres libre, ése es el precio que tienes que pagar: la soledad.
Chavela Vargas
Los espíritus mediocres condenan ordinariamente cuanto se halla fuera de su alcance.
François de La Rochefoucauld
Lo que me interesa del fascismo es justamente que es un hoyo negro de la voluntad. Es un sistema que no necesariamente es único, pero absuelve la brutalidad, absuelve la falta de moral y absuelve la decisión propia. En ese mundo puedes permitir una acción brutal en base a un consejo colectivo, eso es lo que me asusta.
Guillermo del Toro
Donde cesa la imperfección allí comienza el cielo, y donde termina el pecado, la bienaventuranza.
James Bailey
El amor por la gloria era lo más verdaderamente humano que hay en el hombre, y, consecuentemente, su cara más genuina.
Joaquim Machado de Assis
El valor no es no tener miedo: es tener miedo y a pesar de ello resistir.
Joël Dicker
Aquel que le tiene miedo a la palabra es un pobre tipo. Posiblemente lastime más una palabra que un cuchillo. Un arma te puede quitar la vida, pero no las ideas.
José Larralde
Tenemos que aprender de la gente inteligente. Lo que ha dicho Dani Alves no lo diría mejor Einstein. Ha sido un portugués quien ha descubierto su país pero no ha inventado el fútbol. Tiene toda la razón, no he inventado el fútbol.
José Mourinho
Amo a mis Katycats en especial a los Españoles.
Katy Perry
Yo sólo pido perdón ante Dios y mi confesor.
Manuel Fraga Iribarne
Nada aguza mejor nuestro olfato ni nos hace tan sensibles para detectar las raíces de la crueldad, la maldad y la violencia que puede desencadenar el ser humano, como la buena literatura.
Mario Vargas Llosa
El pez grande se come al pequeño.
Proverbio
Por cada minuto de enojo, perdemos sesenta segundos de felicidad.
Ralph Waldo Emerson