Un día dejaremos de rezar y nos pondremos a vomitar flores.
Alejandro Jodorowsky
Descansa en paz, oh complicada, oh elaborada eternidad concluida.
Antonio Brañas
Alonso va volando, bueno más bien nadando.
Antonio Lobato
Si uno no dice una mentira un número suficiente de veces, uno termina por creerla.
Giacomo Casanova
Solamente encontramos dos placeres en nuestro hogar: el de salir y el de entrar.
Henry Becque
El hombre no es de ninguna manera un ser firme y duradero, es más bien un ensayo y una transición, no es otra cosa sino el puente estrecho y peligroso entre la naturaleza y el espíritu. Hacia el espíritu, hacia Dios, lo impulsa la determinación más íntima; hacia la naturaleza en retorno a la madre, lo atrae el más íntimo deseo: entre ambos poderes vacila su vida temblando de miedo.
Hermann Hesse
En el fondo, yo siempre había sido un tipo bastante solitario, y de pronto todo cambiaba. Con Nola sentía que pertenecía a un todo, de una entidad que formábamos juntos.
Joël Dicker
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo vivirá como uno solo.
John Lennon
Un ancla encepada es peor que la más falaz de las falsas esperanzas que jamás embaucaran a los hombres o a las naciones dándoles sensación de seguridad.
Joseph Conrad
Que horror de guerra. Y cuanto daño y destrucción ocasionados para que nada cambie sino para peor.
Khaled Hosseini
Es importante que la empresa sea una familia, que las personas sientan que son parte de la empresa, y que la empresa sea como una familia para ellos.
Larry Page
Me atrevo a cambiar la frase de Voltaire para decir que, preferiblemente, si dios realmente existiera, sería necesario abolirlo.
Mijaíl Bakunin
Leed a Euler, leed a Euler, él es el maestro de todos nosotros.
Pierre Simon Laplace
Para las mujeres es bueno poseer muchos defectos, pues no nos suelen amar por nuestras virtudes.
Pitigrilli
Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado, tú creyendo que me quieres, yo queriéndote creer, si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.
Ricardo Arjona
Llamaron a la puerta y miré por la ventana. Vi que estaba lleno de enanos, todos con los mismos trajes. Resulta que eran policías pero yo no me di cuenta. Parecían personas pequeñas vestidas de azul oscuro y con cascos brillantes. Les dije que entraran, que hacía frío fuera.
Ron Wood