El ego es como tu perro. El perro tiene que seguir al amo y no el amo al perro. Hay que hacer que el perro te siga. No hay que matarlo, sino que domarlo.
Alejandro Jodorowsky
La próvida Naturaleza ligó al forzoso mal el bien suave.
Alberto Lista
Ya se sabe que para el coreano medio, finlandeses y andaluces son lo mismo: cristianos blancos.
Amando de Miguel
Una noche la soñé y tal como la soñé amaneció frente a mi puerta.
Elena Poniatowska
El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo.
Frank Herbert
La mayoría de la gente trabaja lo suficiente para que no la despidan y ganan lo suficiente para no renunciar.
George Carlin
Si la felicidad llega o no llega, debemos estar listos para recibirla.
George Eliot
En ningún momento hay fin. Siempre hay que imaginar nuevos sonidos, nuevos sentimientos que transmitir. Y siempre, está la necesidad de mantener lo más refinado posible esos sentimientos y sonidos, de manera que podamos ver realmente lo que hemos descubierto en su estado puro, ver lo que realmente somos y poder transmitirlo.
John Coltrane
Tu arderás en el Infierno. Yo no. Porque soy rey. ¡Por la gracia de Dios!
Leonardo DiCaprio
Un crítico puede ser constructivo, pero nunca llegará a ser objetivo.
Lluis Pascual
¿Qué es la esperanza sin la levadura del miedo?
Lord Byron
Del obedecer y del ceder nace toda virtud.
Michel de Montaigne
Si alguien no queda confundido por la física cuántica, es que no la ha entendido bien.
Niels Bohr
Las mujeres nos inspiran a hacer las más grandes obras, pero son ellas mismas quienes nos impiden hacerlas.
Oscar Wilde
Las propiedades de la lengua hebrea se parecen mucho más al inglés que al latín. La manera de expresarse es muy similar; así que en una gran cantidad de casos no hay más que traducir al inglés palabra por palabra.
William Tyndale
Aunque una derrota parezca segura, lucha. Ninguna sabiduría o técnica tienen nada que ver en esto. Un hombre auténtico no piensa en la victoria o en la derrota. Al hacerlo, despertarás de tus sueños.
Yamamoto Tsunetomo