- Maestro, tengo una gran enfermedad: me duele cualquier sitio del cuerpo que toco con mi dedo índice. - Tienes una pequeña enfermedad: lo que te duele es tu dedo índice.
Alejandro Jodorowsky
Nadie llega a ser amigo suyo hasta que no acepta lo bueno y lo malo que tiene.
Chenoa
Uno podría pasarse la vida reflexionando sonbre si mismo, y no darse cuenta de que no lo merece.
Elias Canetti
Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.
Epicteto
Quiero de los dioses sólo que no me recuerden.
Fernando Pessoa
Siempre se tiene una historia ¿Ha vivido usted sin historia? ¿Cómo se explica eso?
Fiódor Dostoyevski
Un hombre inteligente se creará más ocasiones favorables de las que encuentra.
Francis Bacon
Soy un General pacifista, algo así como un león herbívoro.
Juan Domingo Perón
- Soy inventor-depresivo. - ¿Es decir? -Invento cosas, pero si no funcionan tiendo a deprimirme. Así que, si sacamos la media, puede decirse que soy inventor-depresivo.
Mathias Malzieu
Si sus sentimientos son los mismos que en abril, dígalo de una vez, una palabra suya me silenciara para siempre. Si sus sentimientos hubiesen cambiado, tendría que decirle que me ha hechizado en cuerpo y alma y la amo, la amo, la amo, no quiero estar sin usted otro día.
Matthew Macfadyen
Y cuando averigue quien ha sido, no actuaré rápida y silenciosamente como él, sino lenta y despiadadamente, a mi manera. Cuando cierre los ojos para siempre, el infierno que será su destino, le parecerá el cielo comparado con lo que le habré hecho. Te quiero Goldie.
Mickey Rourke
Ordena tus problemas y dificultades. Así tendrás una parte de la solución. Lo que falta vendrá con mayor seguridad y menor dificultad.
Norman Vincent Peale
La selva es igual que el desierto, sólo que en verde.
Ryszard Kapuściński
Tu espalda es una firme línea de costa del este y brazos y piernas se prolongan más allá de tus colinas graduales.
Seamus Heaney
No sabe tornar a su dueño la vergüenza que se fue.
Séneca
Mirad no suceda que, mientras guardais la tierra, perdáis el cielo.
Valerio Máximo