El conocimiento humano se basa en dos palabras: Confiar y esperar.
Alejandro Dumas
El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama.
Agustín de Hipona
El diablo me sopla donde invertir a cambio de un porcentaje.
Andrés Rábago García
En los orígenes de la religión católica estuvieron San Pedro y San Pablo. Estos dos caballeros se pelearon seis años y casi llegaron a las trompadas. Ahora, si esos santos varones no pudieron ponerse de acuerdo, calcule para nosotros.
Augusto Pinochet
No hay afirmación tan absurda que un filósofo no sea capaz de hacer.
Cicerón
La perpetua búsqueda de la seguridad parece solo haber engendrado una inseguridad crónica.
David Held
Que el oro mismo estalle sin motivo. Que un amor capaz de convertir al sapo en rosa se destroce.
Eduardo Lizalde
La bebida engendra tristezas pensativas de elefante o alegrías ruidosas de mono.
Enrique López Albújar
Existe una extraña relación entre los sucesos de nuestra vida y los objetos que nos rodean.
Esteban Navarro
Toda la noche allí en mi pecho hubo quien jadeaba de desesperación, quien se levantaba, quien te deseaba y sus dos manos frías volvía a rechazar.
Forugh Farrojzad
Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz.
Henri-Frédéric Amiel
Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol...
León Felipe
Un genuino artista no presta ninguna atención al público.
Oscar Wilde
Por la victoria o la muerte. Lo que los dioses nos concedan -exclamó Escipión.
Santiago Posteguillo
Nada estorba tanto a la curación como el cambio frecuente de medicinas.
Séneca
Creo que cuando estás enamorado, progresivamente regresas a ser quien eres.
Xavier Dolan