La castidad es la más innatural de las perversiones sexuales.
Aldous Huxley
La verdad nunca se obtiene de nadie; uno la lleva siempre consigo.
Alejandro Jodorowsky
Nacemos en un momento dado en el que ello toma lugar y como los vinos buenos tenemos las cualidades el año y la estación en los cuales hemos venido a este mundo. La AstrologÃa no debe justificar nada más.
Carl Gustav Jung
Con razón dicen: caballo manso tira a malo y hombre bueno tira a pendejo.
Elena Poniatowska
Sentirse menos burro equivale a sentirse menos indefenso ante las adversidades, y el que aún no se haya dado cuenta de eso es porque es burro con deliberación.
Javier MarÃas
Aun en medio de los placeres y del lujo de los palacios hallaremos que no hay otro sitio mejor que nuestra casa, por humilde que ésta sea.
John Howard Payne
Sueños las dichas son, sueños las flores, la esperanza, el dolor, la desventura; triunfos, caÃdas, bienes y rigores el sueño son que hasta la muerte dura, y en incierto y continuo movimiento agita al ambicioso pensamiento.
José de Espronceda
Madrid yace envuelto en sueño, todo al silencio convida.
El que no ama ya está muerto.
Juan de la Cruz
Cuando el hombre cesa de crear, deja de existir.
Lord Byron
El verdadero patriotismo no tiene miedo al mundo, sino por el contrario, quiere conquistar el mundo.
Lourdes Flores
Hoy es un dÃa azul de primavera, creo que moriré de poesÃa, de esa famosa joven melancólica no recuerdo ni el nombre que tenÃa. Sólo sé que pasó por este mundo como una paloma fugitiva: la olvidé sin quererlo, lentamente, como todas las cosas de la vida.
Nicanor Parra
Los reyes son felices en muchas cosas, pero principalmente en esto: pueden decir y hacer lo que les parezca.
Sófocles
En el comercio y en la industria todo el mundo roba. Yo mismo he robado bastante. Pero yo sé cómo robar.
Thomas Alva Edison
La gente suele decir que tal o cual persona no se ha encontrado todavÃa a sà mismo. Pero la autonomÃa no es algo que uno encuentra, es algo que uno crea.
Thomas Szasz
La decrepitud acaso la da Dios en pena a quien deseó vivir demasiado.
Ugo Foscolo