El progreso verdadero si nos atenemos a las palabras del Dr. R. R. Marett, es el progreso en caridad, siendo menos importantes que éste, todos los demás adelantos.
Aldous Huxley
El aprendizaje del juego del ajedrez produce auténtico placer, y los éxitos deportivos o de inventiva que se obtienen luego reportan plena satisfacción.
Aleksandr Kótov
Cuando alguien tiene la humildad de escuchar -primitivo e indispensable signo de inteligencia-, es capaz de aprender algo de casi todo el mundo.
Begoña Aranguren
Si un pájaro te dice que estás loco, debes estarlo, los pajaros no hablan.
Confucio
Lo que es digno de hacerse, es digno de que se haga bien.
Felipe Stanhope de Chesterfield
Vamos a visualizar el hombre seguro, y por este término, me refiero a un hombre que ha establecido como meta en su vida la seguridad financiera y personal. En general, es un hombre que ha empujado a un lado la ambición y la iniciativa y se instaló, por así decirlo, en una aburrida rutina, pero seguro y cómodo para el resto de su vida. Su futuro no es más que una extensión de su presente, y él lo acepta como tal con un encogimiento de hombros complaciente. Sus ideas e ideales son los de la sociedad en general y que se acepta como un hombre respetable, pero la media es prosaica.
Hunter S. Thompson
No tengo ninguna ambición de hacer la revolución. Mi proyecto es modesto: trato de enseñar a los jóvenes a pensar por sí mismos.
Isabelle Huppert
Preocupáos de lo que el Señor podrá pensar de vosotros y no de aquello que, ya sea en bien, ya sea en mal, digan de vosotros los hombres.
Juan Bosco
Los escritores siempre hablan de sus fantasías. Si les tuviera que dar un consejo a los jóvenes escritores, les diría que no escúchame a escritores hablando de sí mismos.
Lillian Hellman
Las cosas como son, nos ponemos a soñar encantados con la gente que apenas hemos conocido y con las vivencias que aún nos adeuda el destino.
Milán Füst
El progreso llega a aquellos que se adiestran ininterrumpidamente.
Morihei Ueshiba
El mayor coto de olores del mundo le abría sus puertas: la ciudad de París.
Patrick Süskind
Cuando un sueño muere, porque se deja de creer en él, el rumor de un sollozo recorre el sinfín del cosmos. Pero afortunadamente, al instante, el mismo anhelo brota de nuevo en un corazón dispuesto a creer en él. Y entonces, la decepción se transmuta en la ilusión por verlo convertido en realidad. Y el sueño vuelve a nacer.
Raimon Samsó
Quien pudiéndolo hacer no impide que se cometa un crimen, lo estimula.
Séneca
A los silenciosos no se les puede quitar la palabra.
Stanisław Jerzy Lec
Se puede hacer mucho con el odio, pero más aún con el amor.
William Shakespeare