Si un hombre quiere llegar lejos en el camino místico, debe aprender a desear a Dios intensamente pero en quietud, pasivamente, aunque con todo su corazón, su espíritu y su fuerza.
Aldous Huxley
No ganarás 5.000 euros mensuales justo después de salir de la universidad, y no serás vicepresidente de nada hasta que, con tu esfuerzo, te hayas ganado ambos logros.
Bill Gates
No sentir la avidez de riquezas es una gran riqueza; no tener la manía de gastar es una renta.
Cicerón
Las cicatrices del rostro poco me importan, o nada; las que me importan, y mucho, son las que tengo en el alma.
Estanislao del Campo
Los experimentos, con gaseosa.
Eugeni d'Ors
Yo sueño con tu amor... Una infinita dulzura sube del florido huerto... ¿Por qué el ensueño de una margarita, hoja tras hoja mi saudade arranca, si en la penumbra del balcón abierto falta esta tarde tu silueta blanca?
Francisco Villaespesa
Una ideología es una filosofía política popularizada, simplificada, generalizada, dramatizada, sacralizada y desrealizada.
Gonzalo Fernández de la Mora
Si amas algo - y hay cosas que me encantan - usted quiere más y más y más de él, pero eso no es la manera de producir un buen trabajo.
J. K. Rowling
Los Juegos Olímpicos muestran claras desigualdades entre las razas blanca y negra en cuanto a, por ejemplo, los atletas, y los corredores en particular. Es un hecho. Constato lo que veo. El igualitarismo es simplemente absurdo.
Jean-Marie Le Pen
El que tiene a Riquelme juega con ventaja. Ahora lo tenemos nosotros y trataremos de aprovecharlo.
Juan Román Riquelme
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Kase.O
La locura se apodera rabiosa de mi cerebro y yo se lo permito, soy muy consciente de que estoy sometido a influencias sobre las que no tengo ningún control.
Knut Hamsun
Quién lástima escucha, cerca está de perdonar.
Lope de Vega
Los salvajes parecen tener puntos de vista similares a los que la gente cultivada sobre la mayoría de los temas: están demasiado avanzados.
Oscar Wilde
El entendimiento destruye la armonía del rostro. En el mismo instante en que uno se sienta a pensar, todo él se convierte a nariz.
Algunos pensamientos son como oraciones. En ciertos momentos, cualquiera que sea la postura del cuerpo, el alma está de rodillas.
Victor Hugo