¿Podré permanecer inactivo? Mi acción o inacción tiene un alcance eterno para tantas almas...
Alberto Hurtado
La futura ciencia del gobierno debería ser llamada cibernética.
André-Marie Ampère
Unos amigos de Casillas dicen que él filtra y tal. Pero qué amigos, eso más bien son enemigos. ¡Pues vaya amigos!
Florentino Pérez
No existe nada en la mente que no haya estado antes en los sentidos, es decir, todo lo que tenemos en nuestra mente, ha entrado en nuestra conciencia a través de los sentidos, y es nuestra razón innata la que ordena todas nuestras sensaciones en distintos grupos y clases.
Francisco Clavero Valdivielso
Si los bienes no cruzan las fronteras, lo harán los soldados.
Frédéric Bastiat
Soledad, sólo tú no me has envilecido.
Goethe
Cuando un amigo se casa todo termina, porque el cariño celoso de la mujer no tolera el afecto vigoroso y franco que existe entre dos hombres.
Guy de Maupassant
El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.
Herbert von Karajan
No le gusta el deporte, máxime porque su padre le transmitió su propia antipatía por el ejercicio físico, el cual no es a sus ojos sino una pura pérdida de tiempo y sobre todo de dinero.
Jean Echenoz
La vida es algo más que un libro de reclamaciones.
José Ramón Ayllón
Tu ausencia es más grande que un dinosaurio, que todos los dinosaurios del mundo juntos.
Juan Gelman
A veces pienso que no vale la pena hacer amigos. Se van de nuestra vida después de un tiempo y dejan una herida mucho más dolorosa que la soledad anterior a ellos.
Lucy Montgomery
Donde reina la envidia no puede vivir la virtud ni donde hay escasez de liberalidad.
Miguel de Cervantes
La especialización permite que cada hombre desarrolle su mejor habilidad, y hace posible que cada región desarrolle sus propios y particulares recursos naturales.
Murray Rothbard
La burguesía, la clase social del espíritu, comienza a darse cuenta de su existencia propia al oponerse a las potencias -feudales- de la sangre y de la tradición.
Oswald Spengler
Entre los carriles de las vías del tren, crecen flores suicidas.
Ramón Gómez de la Serna