El LSD quiso contarme algo... Me aportó una alegría interior, una mentalidad abierta, un agradecimiento, me abrió los ojos y me dio una sensibilidad interior de los milagros de la creación.
Albert Hofmann
La noche es el momento más tranquilo para trabajar. Ayuda al pensamiento.
Alexander Graham Bell
La ignorancia y el error son tan imprescindibles en la vida como el pan y el agua.
Anatole France
Que pena que el egoísmo inherente al ser humano convierta en utopías las ideas justas.
Anónimo
Es bastante más fácil ser caritativo que justo.
Arturo Graf
Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.
Bertolt Brecht
El diseño es un plan para organizar los elementos de manera tal de lograr mejoras para un propósito en particular.
Charles Eames
No quiero entrar en polémicas. Si hablo lo que pienso siempre, me mataban.
Cristiano Ronaldo
Una mujer sin hijos no puede ser feliz. Amar no es nada; es menester que el amor tenga frutos de bendición.
Émile Zola
Para los hombres de coraje se han hecho las empresas.
José de San Martín
La historia sería algo maravilloso si fuera cierta.
León Tolstói
Merece el nombre de persona agradecida la que publica el beneficio recibido; demuestra empero mayor agradecimiento el que se olvida del beneficio para recordar únicamente al bienhechor.
Ludwig Börne
Yo he tenido muchos más fracasos que éxitos, y los fracasos me han marcado mucho más que lo que me han distinguido los éxitos, los pocos que obtuve. También sé que, en esto, protegerse no ayuda: todos finalmente perdemos, hoy, dentro de un año, ayer.
Marcelo Bielsa
Existen determinadas ciencias, estériles y espinosas, en su mayor parte forjadas por la divulgación de la imprenta: lo mejor es abandonarlas a aquellos hombres que andan al servicio del mundo.
Michel de Montaigne
No estaba prediciendo el futuro, estaba intentando prevenirlo.
Ray Bradbury
¿Qué es lo que susurra usted en mis oídos? ¿Que ahora que estoy para morir considere a este mundo como un valle de lágrimas? Mi reverendo señor, ¡no seré yo quien tal haga!.
Robert Browning