Cuando examino mis métodos de pensamiento, llego a la conclusión de que el don de la fantasía me ha significado más que mi talento para absorber el conocimiento positivo.
Albert Einstein
Yo cree las reglas y ordenes a seguir en el reino y ahora que llego a mi fin, no se respetan y me lamento.
Alfonso X el Sabio
Mientras más cristiano es el consciente de uno mismo, más paganamente se comporta el inconsciente.
Carl Gustav Jung
El elogio en boca propia desagrada a cualquiera.
Diógenes
Dios es un vertebrado gaseoso.
Ernst Haeckel
La ciencia que el oído percibe, derrámala por la boca. Agranda aún más la sabiduría compartiéndola con otros.
Isidoro de Sevilla
Uno de los grandes errores de la gente es que traten de forzar un interés en sí mismos. No se eligen tus pasiones, tus pasiones te eligen.
Jeff Bezos
¿Quién dijo que hoy es múltiplo de antes, y el ego un envidioso malcriado...?
Joaquín Sabina
Nunca será coronado por la inmortalidad quien teme acudir allá adonde arcanas voces le conducen.
John Keats
Yo consideraba completamente inútil la lectura de grandes tratados de análisis puro: un número demasiado grande de métodos pasan una vez ante nuestros ojos. Es en los trabajos de aplicación donde uno debe estudiarlos, allí se juzga su utilidad y se evalúa la manera de hacer uso de ellos.
Joseph-Louis Lagrange
Otto Hahn y Fritz Strassmann fueron capaces de descubrir la fisión nuclear usando una química excepcional, una química fantásticamente buena, que estaba muy por delante de lo que nadie más era capaz en ese momento. Los estadounidenses aprendieron a hacerlo más tarde. Pero en ese momento, en 1938, Hahn y Strassmann eran en realidad los únicos que podían hacerlo, porque eran buenos químicos.
Lise Meitner
El miedo es la condición previa del coraje.
Mario Benedetti
La inocencia que no siente ningún riesgo y se enseña sin cuidado, es más vulnerable que la culpa.
Nathaniel Parker Willis
Supongo que pelear por amor tiene más sentido que todas las demás razones.
Peter O'Toole
Sigue brillando, diamante loco.
Roger Waters
No dependa tu paz de la palabra de los hombres, pues digan de ti bien o mal no serás por eso diferente.
Tomás de Kempis