Tengo una fotografía en la casa de Fred Astaire desde las rodillas hacia abajo con los pies cruzados. Es una especie de inspiración porque me recuerda a sus pies que sangraban al final de los ensayos. Sin embargo, cuando lo ves, todo lo que ves es la libertad. Es un recordatorio de lo que el trabajo se trata, en general, no sólo estar en musicales.