Tengo que decir que encuentro la filosofía de Ayn Rand risible.
Alan Moore
Las comunidades enferman igual que las personas. Hay gente que se cree Napoleón y hay comunidades que repentinamente se consideran nación.
Albert Boadella
La memoria es la inteligencia de los tontos.
Albert Einstein
Ante los hombres jóvenes más que todos los libros, vale el ejemplo del sabio o del estudioso en plena labor.
Enrique Herrero Ducloux
Me gusta rodearme de mujeres atractivas y, dentro de ellas, prefiero la más atractiva; una mujer culta me puede servir para que me dé clases de filosofía medieval, pero nada más.
Fernando Fernán Gómez
No es de muerte ninguna herida de amor.
Francisco de Rojas Zorrilla
La lisonja nos ablanda a todos y a menudo nos condena y nos pierde.
Javier Marías
Si los preparativos comunistas en Cuba, en cualquier instante y de cualquier manera, fueran a poner en poner en peligro nuestra seguridad, o si Cuba llegara a convertirse algún día en una base militar ofensiva de posibilidades importantes para la URSS, entonces nuestro país haría todo cuanto fuese preciso para proteger su propia seguridad y la de sus aliados.
John F. Kennedy
Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.
Jorge Luis Borges
Las playas son los lugares femeninos de las costas, como los promontorios simbolizan su masculinidad.
José Ortega y Gasset
Se me considera uno de los trabajadores más dedicados y si el pensamiento es un equivalente de la tarea quizá lo soy, pues a él he consagrado casi todas mis horas de vigilia. Pero si el trabajo se interpreta como un rendimiento determinado durante un tiempo específico de acuerdo con una regla rígida, entonces puede que yo haya sido el peor de los haraganes.
Nikola Tesla
No están jamás solos los que están acompañados de nobles pensamientos.
Philip Sidney
Porque amamos lo que soñamos, y en nuestro suelo, aunque muy lejos el uno del otro, vivimos juntos, corazón a corazón.
Robert Louis Stevenson
No hay ningún país que se haya beneficiado por guerras prolongadas.
Sun Tzu
Condenando el parasitismo de la Nobleza inglesa y la naciente clase capitalista, Moro describió a los propietarios de profesion, como los zánganos, viven del trabajo ajeno, concretamente del trabajo vivo de los inquilinos, a los que mondan hasta la carne viva.
Tomás Moro
Aquel a quien Dios aflige tiene a Dios consigo.
Walter Savage Landor