Sólo estamos aquí para comprar la cena, no tienes que pegarle a todo.
Alan Arkin
El avaro experimenta a la vez todas las preocupaciones del rico y todas las penalidades del pobre.
Albert Guinon
Todos creen haberla encontrado, otros la sueñan, otros la buscan y son muy pocos los que realmente lo encuentran.
Alex Pimentel
Es necesario conceder a los hombres la libertad de juicio y gobernarlos de tal suerte que, aunque piensen abiertamente cosas distintintas y opuestas, vivan en paz.
Baruch Spinoza
Si aceptamos que los adultos podemos vivir, trabajar o divertirnos de formas muy diferentes, ¿por qué creemos que todos los niños deben aprender del mismo modo y adaptarse al mismo tipo de escuela?
Carlos González
Intenta convencerte de que la muerte no debe ser temida: de hecho ésta, si no es un bien, es al menos el fin de todos los males.
Catón
Usted puede hacer más amigos en dos meses si se interesa en los demás, de los que puede hacer en dos años tratando de conseguir que otras personas se interesen por usted.
Dale Carnegie
Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.
Jacinto Benavente
Un proyecto que en todas sus partes promete dichas, nunca sale bien; y no te puedes librar de algún contratiempo, si no tienes una pequeña contrariedad.
Jane Austen
El aval de sofisticación adulta que garantizaba el derecho a comportarse como niños.
Jonathan Franzen
La única manera de saber si el novelista triunfa o fracasa, es si gracias a su escritura, la ficción se emancipa de su creador.
Mario Vargas Llosa
Por tirano es tenido el que se ha convertido en amo.
Pierre Corneille
Es evidente que las leyes escritas no se parecen, ni por el forro, a las leyes naturales. ¡Valiente majestad la de esos pergaminos viejos que cualquier revolución quema en la plaza pública aventando las cenizas para siempre! Una ley que necesita del gendarme usurpa el nombre de ley. No es tal ley: es una mentira odiosa.
Rafael Barrett
Yo te veo -Ave María- en todas esas muertes, en todas esas vidas y el llanto de las horas que fluyen en mi corazón.
Rolando Escardó
Me gusta mi dinero donde pueda verlo... colgando en mi armario.
Sarah Jessica Parker
La ofrenda más aceptable por Dios mismo, proviene de un corazón agradecido y lleno de alegría.
William Shakespeare