Mi objetivo es preservar la diferencia, ser el chef antiglobalización. Estoy encantado de tener influencias, estoy a favor de la mezcla, me encanta descubrir cocinas, pero no pienso que haya que crear un modelo único. El verdadero peligro es la unificación de la cocina y del pensamiento. Por eso intento diversificar, y eso deberían hacer todos los cocineros. Ofrecer un abanico de posibilidades de comidas, de precios y de estilos.