Solía usar disfraces, como sombreros y falsas barbas solo para poder caminar y evitar la atención.
Al Pacino
Las estrellas están ebrias de cielo, y tú, vida, tú tienes tu estrella, y tú muerte, muerte, tienes la tuya...
Aída Cartagena Portalatín
La infancia es como toneladas de tristeza mezclada con kilogramos de felicidad. La gran época bipolar de nuestra vida.
Albert Espinosa
No es poco saber huir del amigo sospechoso.
Alonso de Barros
¡Viva O'Higgins! ¡Nada tenemos que pedir contra O'Higgins!
Bernardo O'Higgins
Tratando a todos amablemente por igual, sin importar su contribución, lo único que lograrás es asegurarte que la ira de la gente más productiva y creativa de la organización vaya creciendo.
Colin Powell
Tendemos a culpabilizar a quienes deciden por buenas unas decisiones que tuvieron un mal resultado y a no reconocerles medidas acertadas que solo parecen obvias después de aplicadas.
Daniel Kahneman
No sé lo que somos, pero espero que no dejemos de serlo.
Elísabet Benavent
Todo sucede muy deprisa. De pronto estoy cayéndome, y en cuestión de segundos estoy entre sus brazos y me aprieta fuerte contra su pecho. Respiro su aroma limpio y saludable. Huele a ropa recién lavada y a gel caro. Es embriagador. Inhalo profundamente.
Erika Leonard
El tacto es una forma de meterse cada uno en el espacio del otro.
John Berger
Todos los oradores que han hablado antes que yo, han dicho: El fascismo no pasará. Y yo os digo que esta frase sólo tiene sentido cuando se toman todas las medidas necesarias para luchar contra el fascismo.
José Díaz Ramos
Les prendas del espíritu joven -el entusiasmo y la esperanza- corresponden en las armonías de la historia y la naturaleza al movimiento y a la luz.
Leopoldo Lugones
Esta es la noche más feliz de mi vida. Y quiero que sea, también, la noche de la más grande esperanza de El Salvador.
Mauricio Funes
La vergüenza, la desesperación, la soledad: tales habían sido sus maestras; rudas y severas pero que la habían hecho fuerte, aunque induciéndola al error.
Nathaniel Hawthorne
Las guapas nunca agradecen nada.
Santiago Pajares
Dejaré que muera en mí el deseo de amar tus ojos dulces, porque nada te podré dar sino la pena de verme eternamente exhausto.
Vinicius de Moraes