Cuantos más ciudadanos se desconecten del proceso democrático, menos legítimo será este último.
Al Gore
Bebo para olvidar que soy un borracho.
Antoine de Saint-Exupéry
Nada puede hacerme sufrir más que el espectáculo del amor. Yo solo, frente al mundo, fuera del mundo, en el mundo intermedio de la nostalgia fúnebre, de las aguas maternas, del gran claustro, del paraíso perdido; frente a ti y lejos, tan lejos que ya nada puede salvarme, ni la muerte.
César Moro
El genio convierte la excepción en regla.
Eugenio Trías
El traslado de la responsabilidad distorsiona la opinión pública. El pueblo, acostumbrado a esperar todo del Estado, no acusa a éste de hacer demasiado, sino de no hacer suficiente. El gobierno es derrocado y se instala otro, y el pueblo clama: hagan más que el anterior. Y así, el abismo se hace más y más profundo.
Frédéric Bastiat
Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo.
Friedrich Nietzsche
La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.
Procura que donde estés haya ese buen humor, esa alegría, que es fruto de la vida interior.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Un buen consejo lo aceptaría aunque viniera del diablo.
Juan Bosco
Los grandes profesores siempre han entendido que su verdadero papel no es enseñar una asignatura, sino instruir a los alumnos.
Ken Robinson
Dios es la inexistencia más ocupada del mundo.
Raúl Campoy Guillén
Olvidarte es recordar que es imposible. Olvidarte... es más difícil que aguantarte.
Ricardo Arjona
Para algunas cosas disponemos de un talento natural; otras hay que aprenderlas. Algunas cosas, sencillamente, somos incapaces de hacerlas.
Sidney Lumet
Sonaba tan real, tan cercano. Sólo cuando desaprobaba mi conducta, como ahora, emergía el verdadero recuerdo de su voz, la textura aterciopelada y la entonación musical que la convertían en el más perfecto de los sonidos.
Stephenie Meyer
No hay cosa que no acometan los hombres, si a los que emprenden grandes empresas se les proponen grandes premios.
Tito Livio
No es difícil estar detrás de los éxitos de cada uno. Sin embargo, aceptar la responsabilidad de los fracasos de uno... ¡eso es endemoniadamente duro! Pero sólo desde allí el camino lleva... a una nueva visión radicalmente distinta de la misteriosa gravedad de la propia existencia como una empresa incierta y su significado trascendental.
Václav Havel