La contaminación no es nada más que el producto de la inconsciencia del hombre con respecto al uso de recursos.
Al Gore
La ambición de un lector no conoce límites.
Alberto Manguel
Antes de los reyes, había poquísimos profetas que amonestaran al pueblo; en cambio, después de la elección de la monarquía, había muchísimos a la vez.
Baruch Spinoza
En la hora de la hora, el mundo será tomado por el pornográfico poder de la pantalla televisiva y cinematográfica, además por el teatro y la literatura. Causará esta causa relajamiento en la enceguecida masa, la que abandonará principios de bien.
Benjamín Solari Parravicini
¿En qué país estamos?
Cicerón
Pensad en ello: nunca habéis tenido ninguna experiencia de la que no fuerais el centro absoluto.
David Foster Wallace
Las momias nunca mueren, o eso es lo que dicen.
David Harbour
Un enamorado es un hombre que se pone a cuatro patas creyendo estar sólo de rodillas.
Eugène Marbeau
Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.
Fiódor Dostoyevski
La razón de lo malo es para que exista tal cosa como lo bueno.
John Frusciante
Nuestra bandera no es un símbolo de un partido político porque ha de serlo de todos; no es un símbolo de la derecha ni de la izquierda porque ha de ondear en todo el espectro ideológico constitucional; no es un símbolo de los militares, aunque la custodian y la honran, sino también de los civiles.
José Bono
Ver con calma un crimen es cometerlo.
José Martí
Del origen primero del mundo derívase una cadena de causas.
Lucano
Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites.
Mario Benedetti
La hora pasa, la pena se olvida, mas la obra queda.
Viktor Frankl
Siempre me siento feliz. ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.
William Shakespeare