Vamos a tratar de crear las condiciones en las que las personas pudieran reunirse en un espíritu de trabajo en equipo, y el ejercicio para el deseo de su corazón es su capacidad tecnológica.
Akio Morita
El hombre sólo es rico en hipocresía. En sus diez mil disfraces para engañar confía; y con la doble llave que guarda su mansión para la ajena hace ganzúa de ladrón.
Antonio Machado
¡Pobre del amor a quien la fantasía abandona!
Arturo Graf
El verdadero amante ansía la tribulación como el rebelde anhela el perdón y el pecador la misericordia.
Baha'ullah
Pero si lo devuelves a la aldea de los hombres, lo destruirán. Lo convertirán en hombre.
Bill Murray
Cuando percibí que todos finalmente tendrían su propio home page, tuve la inspiración de regalar home pages y organizarlas en categorías.
David Bohnett
Jurado - Un grupo de doce personas quienes, habiendo mentido al juez respecto a su oído, salud y compromisos laborales, han fallado en engañarlo.
H. L. Mencken
Los sueños se pueden hacer realidad, si lo deseas lo bastante fuerte. Puedes tener cualquier cosa en la vida si puedes sacrificar todo lo demás.
James Matthew Barrie
Escribo: doy la mitad del poema. Poesía no es signos negros en la página blanca. Llamo poesía a ese lugar del encuentro con la experiencia ajena. El lector, la lectora harán o no el poema que tan sólo he esbozado.
José Emilio Pacheco
Como la poesía es, a veces, incluso más filosófica que la filosofía, la metafísica es, por su naturaleza, incluso más poética que la poesía.
Joseph Joubert
... se despide este que os habla, vuestro amigo y compañero Juan Antonio Cebrián.
Juan Antonio Cebrián
Soy un montón de cosas santas, mezcladas con cosas humanas, como te explico.. cosas mundanas.
Mercedes Sosa
Cada uno sufre o goza según sus obras.
Séneca
Una de las razones por las cuales las organizaciones se estancan es que se aferran a sus mejores jugadores durante tanto tiempo que acaban perdiendo al resto del banquillo.
Seth Godin
Escribir es algo prodigioso y aterrador. Abre en la memoria profundos pozos que antes estaban tapados.
Stephen King
Lo primero que debe hacerse es llevar a una muchacha al punto en que sólo conozca un deber: el de abandonarse plenamente a su amado, tanto como si, llena de exaltada beatitud, mendigase ese favor. Sólo entonces es cuando se pueden obtener de ella los verdaderos y grandes placeres. Y a esto sólo se llega por medio de una elaboración espiritual.
Søren Kierkegaard