Cada edad, desde la infancia hasta la vejez, tiene en cada uno de los hombres su propia hermosura.
Agustín de Hipona
La vida no perdona la debilidad.
Adolf Hitler
Hay que crecer para sobrevivir.
Amancio Ortega
Tengo previsión de lluvia de dos equipos, que no voy a decir cuáles son. Al poco tiempo: los equipos son Toyota y Renault.
Antonio Lobato
¡Paraíso perdido! Perdido por buscarte, yo, sin luz para siempre.
Charles Baudelaire
No se puede decir nada tan absurdo como para que no haya sido dicho por algún filósofo.
Cicerón
¿Tiene la alegría alguna importancia evolutiva? Sospecho que si, sospecho que el mal humor y el temor están condenados a una rápida extinción. Donde no hay alegría no hay valor, y sin valor las demás virtudes son inútiles.
Edward Abbey
El espíritu trabaja y juega, jugar es vivir tanto como trabajar.
Francis Picabia
Morir altivamente cuando no es posible vivir altivamente. Morir cuando todavía es posible un adiós real.
Friedrich Nietzsche
Mi sueño siempre fue ser un compositor, pero la moda llegó con mucha facilidad.
Gianni Versace
Sólo a los preferidos de Dios se les concede que los sentidos y el corazón no envejezcan y se mantengan toda la vida frescos y agradecidos como en los niños.
Hermann Hesse
Eso lo dejamos para luego, si le parece. Primero hablamos de lo de hoy, luego hablamos de otras cosas, porque el aborto tiene poco que ver con ETA, ¿verdad? Bueno, tiene algo que ver, pero en fin, no demasiado.
Jorge Fernández Díaz
Cuando una gran pasión se apodera del alma, el resto de los sentimientos se apretujan en un costado.
Lucy Montgomery
El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados, sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo; y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.
Milan Kundera
En virtud de la palabra, el hombre es superior al animal; por el silencio se supera a sí mismo.
Paul Masson
Para el sabio no existe la riqueza. Para el virtuoso no existe el poder. Y para el poderoso no existen ni el sabio ni el virtuoso.
Roberto Fontanarrosa