De lo que hayas amado, sólo cenizas quedarán.
Agustín de Hipona
Todo lo que hayas oído de mi es cierto.
Donald Glover
Creo que la gente quiere tanto la paz que, uno de estos días, el gobierno tendrá que quitarse de su camino y dejarles tenerla.
Dwight D. Eisenhower
No puede ser sino vanidad, lo que no sirve para la eternidad.
Francisco de Sales
No se le puede dar la mano a quien tiene el puño cerrado.
Indira Gandhi
En la vida, como en ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido de avance.
Juan Benet
Como es sabido, la solución socialdemócrata del problema se basa en el concepto de que el régimen económico ruso es el de una sociedad burguesa, de la que sólo puede haber una salida dimanante necesariamente de la esencia misma del régimen burgués: a saber, la lucha de clase del proletariado contra la burguesía.
Lenin
Tener la boca demasiado grande es la causa de la mayor parte de los problemas.
Mo Yan
Es imposible sobrevivir sin confiar en algunas cosas. Pero cuando se trata de algo significativo e importante, no te fíes. Tan pronto leas algo anónimo, debes desconfiar de inmediato. Si lees en la prensa que Irán desafía a la comunidad internacional, pregúntate quién es la comunidad internacional.
Noam Chomsky
Respira. Deja ir. Y recuerda que este preciso momento es el único que sabes que tienes seguro.
Oprah Winfrey
Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen.
Platón
El que muere por amor a la virtud, no perece.
Plauto
Sujetarse a las reglas de la razón es la verdadera libertad.
Plutarco
Mujeres, lo que nos pidan, podemos, si no podemos no existe y si no existe lo inventamos por ustedes, mujeres.
Ricardo Arjona
¿Señor, tanto desconoce usted la naturaleza humana como para ignorar que un hombre bien puede ser muy sincero en buenos principios sin que por ello los lleve nunca a la práctica?
Samuel Johnson
El hombre es como una novela: mientras no se haya leído la última página, no se conoce su final. Si no fuese así, no merecería la pena leerla...
Yevgueni Zamiatin