La mentira no engaña sino a quien la dice.
Adolphe d'Houdetot
Mi nombre es Sherlock Holmes y mi negocio es saber lo que otras personas no saben.
Arthur Conan Doyle
Defendamos el derecho a la objeción de conciencia de los individuos y las instituciones, promoviendo la libertad y el respeto de todos.
Benedicto XVI
Las ideas son inventados sólo como correctivos al pasado.
Gaston Bachelard
No hay que amar la vida, ni odiarla; pero la que vivas, vívela bien, y deja que el cielo te la haga larga o corta.
John Milton
El hombre hace la literatura y después la literatura contribuye a modelar al hombre. Las artes forman la médula de un país, rigen al ser humano; su propia libertad, la más alta y absoluta es posible; y los frutos de ella, llevan el sello de lo antiguo, de la obra de los predecesores, cuando éstos han existido.
José María Arguedas
La fuerza no es sino una casualidad nacida de la debilidad de los otros.
Joseph Conrad
Humildad, caridad y modestia, no pueden estar separadas la una de la otra.
Juan Bosco
Los medios violentos nos darán una libertad violenta.
Mahatma Gandhi
Cuando una se acostumbra al horror, éste deja de verse, por tanto de existir. El horror mismo lleva a perder las proporciones del horror.
Marcela Serrano
Hace calor de Dios, amor.
Miguel Ángel Asturias
El dinero no sirve de sucedáneo de la ternura, y el poder no sirve de sucedáneo de la ternura. Te puedo asegurar, como que estoy aquí sentado muriéndome, que cuando más lo necesitas, ni el dinero ni el poder te darán el sentimiento que buscas, por mucho que tengas de las dos cosas.
Mitch Albom
La finalidad del embustero consiste simplemente en agradar, deleitar, proporcionarnos un placer; es la base misma de la sociedad civilizada.
Oscar Wilde
Cuando me preguntan cuándo estará listo un programa, contesto: depende de cuánto trabajes en ello.
Richard Stallman
El tentador o el tentado, ¿quién es más culpable?
William Shakespeare
Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación.
Yamamoto Tsunetomo