¿Para qué sirve en el matrimonio la inteligencia de una mujer? Para hacer pasar a su marido por necio.
Adolphe d'Houdetot
Desgraciadamente durante siglos, los profesores, policías, curas, abogados, cantantes, entre otros, en realidad, son sirvientes de éste inhumano sistema...
Alex Pimentel
Si soy el hijo de Dios, quien puede verlo, contempla al hombre en Dios, y a Dios en el hombre.
Angelus Silesius
El ser humano es el único animal capaz de hacer fuego. Esto le ha procurado su dominio sobre la Tierra.
Antoine de Rivarol
Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
César Vallejo
Para tener verdadera libertad hay que ser esclavo de la filosofía.
Epicuro
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
Ingmar Bergman
En mi diccionario no existe la palabra miedo y no quiero que figure en el de mis jugadores.
José Mourinho
Cristo camina en las olas del viento y habita en el vértice de la Tierra, mide los cielos con su palmo y le caben en sus manos las aguas del mar.
Miguel Servet
Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien.
Molière
La vida es un naufragio en el que, a última hora, sólo se salva el barco.
Noel Clarasó
Estaba furioso de no tener zapatos; entonces encontré a un hombre que no tenía píes, y me sentí contento de mi mismo.
Proverbio
El cielo o el infierno están en nuestra cabeza, no en las cosas materiales que poseemos.
Qiu Xiaolong
Por superficiales y accidentadas que sean la mayoría de las amistades, la vida es un asunto bastante sombrío sin ellas.
Raymond Chandler
Cada hombre debe conceder a sí mismo las emociones que él necesita y de la moralidad que se adapte a él.
Remy de Gourmont
Cuando una muchacha no nos hace en seguida, desde la primera mirada, una impresión tan fuerte que sea capaz de hacer despertar en nosotros una imagen ideal de sí misma, no es, en general, digna de que nos tomemos el trabajo de buscarla en la realidad. Pero si despierta esa imagen, entonces nos sentimos, por grande que sea nuestra experiencia, como dominados, arrastrados por una fuerza desconocida.
Søren Kierkegaard