Frase de Adolfo Bioy Casares

← Anterior Siguiente →
Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no podré persuadirla jamás de que no la quiero.... - Adolfo Bioy Casares

Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no podré persuadirla jamás de que no la quiero.

Adolfo Bioy Casares

Todas las frases de Adolfo Bioy Casares →

Explorar Frases

Prevén en la fortuna próspera para la adversa.

Baltasar Gracián

El éxito es un pésimo maestro que seduce a la gente a pensar que no puede perder.

Bill Gates

Escribo sin la esperanza de cambiar nada. No cambiar nada... Porque en el fondo no estamos tratando de cambiar las cosas. Estamos queriendo florecer...

Clarice Lispector

El carácter no sólo debe conservarse limpio, sino brillante.

Felipe Stanhope de Chesterfield

Pasada ya la juventud, nada queda que perder sino los recuerdos. Mirando el pasado sin pesares, y entreviendo el futuro sin recelos, esperamos la calda de la tarde, la hora en que podamos descansar, esa hora a la que daremos el nombre de vida verdadera.

George MacDonald

El Rey se muestra poco decidido en la defensa de la unidad de la Nación, cree que puede ser una especie de pequeño emperador.

Gustavo Bueno

¿Cómo se puede entender la vida interior de un personaje, real o ficticio, sin conocer el estado de su economía?

Ian McEwan

Ya el sol esconde sus rayos, el mundo en sombras se vela, el ave a su nido vuela. Busca asilo el trovador.

José de Espronceda

¡Se maldice al destino, pero no se abandona jamás a la tierra!

Mauricio Magdaleno

El silencio da consentimiento.

Oliver Goldsmith

Lo que se mide se mejora.

Peter F. Drucker

Para ablandar lo duro del destino ha dado Dios a la mujer el llanto, que es lo que hay en lo humano de divino.

Ramón de Campoamor

Sólo recuerda: la información es como las moronas, siempre llegan a las sabandijas del piso.

Robert Knepper

En vísperas de un nuevo año sería muy grato decirles que todo será fácil; desgraciadamente no es así

Salvador Allende

La espiritualidad cristiana no tiene más norma que la de seguir a Cristo maestro.

Tomás de Aquino