La gente fuerte se abre camino sola. De joven yo no me sentía solidario con los jóvenes; la juventud no era una categoría que me interesara -sí la inteligencia, la iniciativa, la belleza-. Los otros días vi en el cine a una chica rubia y linda que besaba cariñosamente a un viejo y pensé: Qué simpática -ojalá yo tuviera una así-. Lo que pasa es que ahora hago causa común con los viejos. Los débiles necesitan agremiarse.